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Finanzas Por Raul Gutiérrez

¿De dónde sacará el gobierno el dinero que Pemex necesita?

Los ingresos extraordinarios por las subastas del banco central irán de nuevo a las arcas públicas. Esta vez servirán, indirectamente, para inyectar dinero a Petróleos Mexicanos, explicaron analistas.

La Secretaría de Hacienda y el Banco de México anunciaron ayer que se suspende la subasta de dólares en el mercado cambiario, en vista de que esta intervención no ayudó a estabilizar el valor del peso mexicano frente al dólar, que en las últimas semanas se cotizaba cerca de los 20 pesos.

A partir del 9 de diciembre de 2014, la Comisión de Cambios, integrada por Hacienda y Banxico, subastó 200 millones de dólares (mdd) diarios en el mercado cambiario y, en algunos días de mayor volatilidad, vendía 200 mdd adicionales.

La subasta de dólares dejó a Banxico un remanente de operación de 31,449 millones de pesos (mdp). El banco central, al ser una institución sin fines de lucro, entregó ese dinero sobrante del ejercicio de 2014 al gobierno federal que usó en su mayoría para pagar deuda.

Durante 2015, el Banco de México ofertó cerca de 30,000 millones de dólares, considera Marco Oviedo, economista en jefe para México del banco Barclays.

Por ley, el Banco de México debe entregar a más tardar el 1 de abril el remanente de su operación. ¿Cuánto podría recibir Hacienda? Mucho más que lo correspondiente al ejercicio anterior. La suma podría ser de hasta 200,000 millones de pesos, estima Guillermo Aboumrad, director de Estrategias de Mercado en Finamex.

Por otro lado, Petróleos Mexicanos, la empresa productiva del Estado, enfrenta el peor momento de su historia debido al desplome de los precios del petróleo y a la pesada deuda que enfrenta. A finales de enero, Hacienda dijo que explora la posibilidad de inyectar liquidez a la compañía siempre y cuando ésta tenga un plan de ajuste razonable. Lo primero ya ocurrió, el recién nombrado director José Antonio González Anaya presentará un recorte de 100,000 millones de pesos para este año.

Aunque no puede usar el dinero de Banxico directamente para ayudar a Pemex, lo que sí puede hacer el gobierno federal es reducir el nivel de deuda con ese remanente y después inyectar liquidez a Pemex. ¿Cuál es la probabilidad de que esto ocurra? Muy alta, de acuerdo con especialistas. Inclusive, el mismo secretario de Hacienda dejó entrever esa posibilidad.

Eventual capitalización

En conferencia de prensa para anunciar un nuevo recorte al gasto público, éste por 132,000 millones de pesos, el titular de la SHCP, Luis Videgaray, dijo que el gobierno analiza una eventual capitalización de Pemex, pero acotó que ésta no debe deteriorar la posición financiera del gobierno federal.

Una opción sería usar, al menos una parte, del dinero remanente de Banxico. “Una posibilidad es que, si se reciben remanentes del Banco de México en las próximas semanas, una parte pudiera aplicarse a mejorar el balance público, es decir, disminuir los requerimientos financieros del sector público, específicamente en Petróleos Mexicanos”, dijo Videgaray Caso.

Según el artículo 19 Bis a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, publicado en noviembre de 2015, el remanante de operación por subasta de dólares debe usarse, cuando menos el 70% por ciento, “a la amortización de la deuda pública del Gobierno federal contratada en ejercicios fiscales anteriores o a la reducción del monto de financiamiento necesario para cubrir el déficit presupuestario que, en su caso, haya sido aprobado para el ejercicio fiscal en que se entere el remanente, o bien, una combinación de ambos conceptos”.

El año pasado, Banxico transfirió a Hacienda un remanente de 31,449 millones de pesos (mdp).

Esto ha ocurrido por la depreciación del peso, que en el último año ha perdido más de 30% de su valor en el mercado mayorista, y el banco central ha realizado múltiples subastas de 200 millones de dólares (mdd) a precio mínimo para saciar el apetito de dólares, pues, en la segunda semana de febrero, el dólar llegó a un máximo histórico en ventanillas bancarias: se vendía en 19.50 pesos por cada billete verde.

Durante 2015, la institución gobernada por Agustín Carstens ofertó 30,000 mdp, según Marco Oviedo, economista en jefe de Barclays para México.

El instituto central acumuló 400,000 millones de pesos (mdp) durante 2015 por la diferencia de sus reservas internacionales y la depreciación del tipo de cambio, según estimaciones de la Casa de Bolsa Finamex.

Pueden ser hasta más de 200,000 millones de pesos el remanente que Banxico entregue a la Secretaría de Hacienda para 2017, estima Guillermo Aboumrad, director de Estrategias de Mercado en Finamex.

El 29 de enero pasado, el titular de la Unidad de Planeación Económica de Hacienda, Luis Madrazo, comentó que el monto del remanente será “muy sustantivo” debido a la una ganancia cambiaria de las reservas internacionales del instituto central.

Pagar de deuda y ayudar a Pemex

Analistas consultados por Forbes México coincidieron que estos recursos extraordinarios del Banxico se inyectarán a Pemex.

“El gobierno tiene que inyectarle dinero a Pemex. Entonces parte de este remanente va a ser utilizado, seguramente, para pagar deuda y hacer un ‘rollover’ de consigna de la deuda del gobierno federal, ese ingreso que va a ser generado por una mayor emisión de deuda, se utilizará para rescatar a Pemex”, comenta el analista para México de Banorte-IXE, Alejandro Cervantes.

Guillermo Aboumrad, director de Estrategias de Mercado en Finamex, expuso que el remanente de Banxico ayudará a que el gobierno no tarde mucho tiempo en pagar la deuda de Pemex. “Con el dinero de Banxico, el gobierno tendrá la liquidez para poder capitalizar a la empresa, lo que es muy positivo”, añade.

El 27 de enero, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dijo que el gobierno evalúa inyectar capital a la empresa productiva del Estado, que aliviará las finanzas de Pemex, golpeadas por la caída superior a 70% de los precios del petróleo.

Durante su último anuncio de política monetaria, Banxico puntualizó como necesario un ajuste a las finanzas públicas y de Pemex, pues la deuda de la empresa asciende a 87,318 millones de dólares (mdd), de los cuales 11,690 mdd son deuda a corto plazo y han crecido 36.3% tan solo en nueve meses.

La mayoría del remanente será destinado para el pago de la deuda. Los requerimientos financieros, es decir, la deuda pública, ascienden a 748,100 millones de pesos, según los últimos datos disponibles de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Adaptarse, más importante para Pemex que la liquidez 

Los tres rubros de gasto más importantes en el presupuesto de Pemex son servicios personales, inversión en infraestructura y deuda pública.

En el presupuesto 2016, el gasto en servicios personales (incluyendo salarios) de Pemex es de 90,949 millones de pesos (mdp), 13% más que en 2010, de acuerdo con un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

El gasto en inversión pública para la empresa productiva del Estado es de 285,014 mdp y tendrá que pagar 69,278 mdp en deuda, 24% más que en 2015.

Fernando Ramones, investigador del CIEP, considera que el recorte de 100,000 millones de pesos (mdp) que propondrá el director de Pemex puede salir en un 60% del gasto corriente (servicios personales y un 40% de gasto de capital (inversión).

“La lógica de ir sobre esos rubros no es mala, es una lógica precautoria. Como empresa productiva del Estado y con mayor libertad corporativa, esas decisiones se tienen que hacer ante las circunstancias en las que estamos viviendo.”

Pero advierte que, más allá de cómo se inyectará capital a la estatal, debe adaptarse a la transición energética que ocurre, con precios bajos, sobreoferta de empleo y mayor requerimiento de energías renovables.

“El tema no es cómo darle liquidez a Pemex. Agustín Carstens decía que el tema no es que Pemex no sea una empresa solvente, sino que no tiene dinero líquido de inmediato. Es un tema de adaptarse. A mí me gustaría ver en ese plan de ajuste se vea a una adaptabilidad al sector”, opina Fernando Ramones.

Los recursos extraordinarios que recibirá el gobierno por parte de Banxico pueden aliviar la atribulada situación de la empresa estatal, pero tampoco podrán asegurarle un mejor futuro.