Donald Trump explicó ayer por qué ha elegido al ex gobernador de Texas, Rick Perry, como secretario de Energía, pese a que en su día se mostró partidario de eliminar ese Departamento, comprometido bajo el gobierno de Barack Obama con las energías verdes y la lucha contra el cambio climático.

El presidente electo de EU mostró su admiración a Perry por su política de explotación del petróleo y el carbón en Texas cuando era gobernador y espera, dijo ayer, que haga lo mismo en todo el país. El objetivo de Trump es llevar a cabo una “revolución energética”, que explotará “al máximo” los recursos fósiles, como son el petróleo y el carbón.

“Terminaremos la guerra contra el carbón”, advirtió ayer el futuro mandatario, posicionándose así en contra del principal compromiso alcanzado por potencias como China y el propio EU de Obama en el Acuerdo de París, para reducir la emisión de dióxido de carbono.

Independencia energética. Como recordó ayer Trump, su Gobierno garantizará que el país utiliza los “enormes recursos naturales” que tiene para impulsar su independencia energética, con el objetivo de depender cada vez menos de importar petróleo.

De acuerdo con los últimos datos del Departamento de Energía, Estados Unidos tiene una producción de 8.70 millones de barriles diarios de petróleo y unas importaciones netas de crudo de 7.48 millones de barriles.

Cerca del 48 % de esas importaciones proceden de Canadá, y el resto de distintos países, encabezados, por orden de importancia, por Arabia Saudí, Venezuela y México.

Los montos de crudo que se importan ahora se han venido reduciendo en los últimos años según ha ido explotando Estados Unidos yacimientos no tradicionales por extracción hidráulica o “fracking”, muy criticada por grupos medioambientales.

Estados Unidos “se asienta en un tesoro sin energía sin explotar —sostiene el programa de Trump—. En lugar de continuar con el actual camino para socavar y bloquear a los productores de combustibles fósiles de EU, la Administración Trump fomentará la producción de estos recursos mediante el arrendamiento de yacimientos terrestres y marinos”.