AGENCIAS
El asesinato de Cliserio Ramírez Martínez, militante del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), ocurrido el jueves en Tierra Blanca Copala, intensificó la violencia en la región Triqui de Oaxaca. Según MULT, ya suman 20 homicidios contra sus miembros en el actual sexenio.
MULT responsabilizó directamente al Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI), señalando como autores intelectuales a Macario García Merino y Horacio Santiago García. En un pronunciamiento frente al Palacio de Gobierno, pidieron que se ejecuten las órdenes de aprehensión pendientes contra ellos, a quienes califican como jefes paramilitares.
La organización denunció que los agresores dispararon con armas de alto poder, sin importar la presencia de niños, mujeres y ancianos, y recordó el asesinato en noviembre de 2024 de las hermanas Adriana y Virginia Ortiz García, defensoras triquis. También reclamaron la falta de avances en los casos de Daniela y Virginia Ortiz Ramírez, desaparecidas desde 2007, y denunciaron que la impunidad alimenta la violencia.
Por su parte, MULTI rechazó las acusaciones y se deslindó de la agresión, denunciando también ser víctima de ataques, como el reciente homicidio de Alonso Rodríguez Ramírez en Santiago Juxtlahuaca. Acusaron al gobierno estatal de criminalizarlos sin pruebas y señalaron intereses políticos y económicos detrás de la violencia para mantener dividida a la región.
Las comunidades de Copala y Juxtlahuaca enfrentan estos conflictos desde hace más de 40 años, con disputas territoriales y políticas entre MULT, MULTI y la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort). A pesar de mesas de diálogo y programas de paz impulsados por los gobiernos estatales y federales, los asesinatos, desplazamientos forzados y desapariciones continúan.

