AGENCIAS
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes la designación de Karoline Leavitt como la nueva portavoz de la Casa Blanca, quien se convertirá en la secretaria de prensa más joven de la historia al asumir el cargo con 27 años. Leavitt, quien desempeñó un rol destacado en la campaña presidencial de Trump y fue parte del equipo de comunicaciones de su primera administración, será una figura clave en la estrategia de comunicación del presidente a partir de su toma de posesión el 20 de enero de 2025.
En un comunicado, Trump elogió a Leavitt por su «inteligencia» y «fuerza», destacando su capacidad para ser una «comunicadora sumamente eficaz». “Karoline Leavitt realizó un trabajo excepcional como portavoz nacional de prensa en mi histórica campaña y me complace anunciar que será la portavoz de la Casa Blanca», expresó el mandatario, quien confía en su habilidad para transmitir su mensaje al pueblo estadounidense mientras sigue promoviendo su lema de campaña «Make America Great Again».
Leavitt, quien antes de ser designada para este cargo formó parte de la administración Trump como asistente de prensa, fue candidata republicana en 2022 para el Congreso en Nuevo Hampshire. Aunque ganó las primarias, perdió en las elecciones generales frente al demócrata Chris Pappas. También ha trabajado como portavoz de la congresista republicana Elise Stefanik, una de las principales aliadas de Trump.
Durante la campaña presidencial de 2024, Leavitt se destacó como una presencia constante en los medios conservadores, defendiendo las políticas de Trump y enfrentándose a los medios críticos del exmandatario, como CNN. Además, este año dio la bienvenida a su primer hijo y es conocida por su devoción católica.
El cargo de portavoz de la Casa Blanca es considerado uno de los más influyentes y difíciles, ya que la persona que lo ocupa se convierte en el principal interlocutor entre el gobierno y la prensa, respondiendo a preguntas a menudo complicadas en ruedas de prensa públicas. Bajo la administración de Joe Biden, las ruedas de prensa han sido casi diarias, al igual que en los gobiernos de Barack Obama y George W. Bush. Sin embargo, durante el mandato de Trump, las ruedas de prensa fueron menos frecuentes, en parte debido a las tensas relaciones del presidente con los medios de comunicación. Durante su primer mandato, se llegó a un récord de más de 300 días sin conferencias de prensa, entre 2019 y 2020.


