Texas anticipa la presidencia de Donald Trump con nuevas medidas migratorias que refuerzan el control fronterizo

Valle de Texas

AGENCIAS

Aunque Donald Trump aún no asume oficialmente la presidencia de Estados Unidos hasta enero de 2025, las políticas migratorias que promete implementar ya se sienten con fuerza en Texas, el estado clave en la frontera con México. Las acciones que se han desplegado en la región reflejan las promesas de Trump, quien ha destacado la lucha contra la inmigración irregular como una de sus principales prioridades.

Desde que Trump ganó las elecciones, la preocupación ha aumentado entre la población inmigrante, especialmente ante su promesa de llevar a cabo «la mayor deportación de la historia» cuando asuma el cargo. Texas, gobernado por el republicano Greg Abbott, ha sido un territorio clave para ejecutar las políticas migratorias más estrictas, y algunas de estas medidas ya están en vigor.

Medidas migratorias en marcha en Texas

Recientemente, el estado de Texas ha intensificado el control de su frontera con la construcción de un muro de alambre de púas en varios puntos clave. Además, el gobierno estatal ha adquirido terrenos que podrían ser destinados a la creación de nuevos centros de detención para inmigrantes, en apoyo a la política de expulsión que Trump ha prometido aplicar a nivel nacional.

En cuanto a las políticas locales, Abbott ha implementado una medida que obliga a los profesionales de la salud en hospitales públicos de Texas a indagar sobre el estatus migratorio de los pacientes. Esta política tiene como objetivo recopilar datos sobre los gastos relacionados con los inmigrantes indocumentados, con la intención de exigir un reembolso de esos costos al gobierno federal bajo la administración de Trump.

La Operación Estrella Solitaria y su impacto

Como parte de sus esfuerzos para frenar la inmigración, el gobierno de Texas ha desplegado la Operación Estrella Solitaria (OLS), un operativo que cuenta con un presupuesto de más de 11,000 millones de dólares. Este operativo incluye el envío de la Guardia Nacional a la frontera y la transferencia de migrantes a otras ciudades de Estados Unidos. Según Tom Homan, quien ha sido designado por Trump como «zar de la frontera», Texas está funcionando como un modelo para el resto del país, y asegura que su enfoque podría replicarse con «éxito sin precedentes» a nivel nacional.

Tensiones con la población inmigrante

Estas políticas y medidas han generado un aumento de la tensión entre las autoridades y la población inmigrante, que se siente cada vez más vigilada y sometida a condiciones más estrictas. Mientras tanto, la situación en la frontera sigue siendo un tema central de debate en la política estadounidense, especialmente con el flujo continuo de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.

Aunque Trump no asumirá el cargo hasta el próximo mes de enero, Texas ya está trabajando en la implementación de estas políticas, anticipando un endurecimiento aún mayor de las restricciones migratorias cuando el presidente electo tome posesión.

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