Washington, 3 de diciembre de 2024 (EFE).- Las autoridades de Texas han expresado su creciente preocupación por el incremento en el número de niños no acompañados que cruzan la frontera con Estados Unidos. En los últimos días, han circulado varios videos que muestran la angustiante situación de menores migrantes que atraviesan el río Grande, algunos con apenas dos años de edad. Estos videos, que se han vuelto virales en las redes sociales, reflejan la grave crisis humanitaria que afecta a miles de niños, en su mayoría provenientes de Centroamérica.
Uno de los videos más impactantes muestra a una niña de dos años que fue encontrada sola en la frontera con un pequeño papel con un número de teléfono escrito, como única referencia. La menor, originaria de El Salvador, formaba parte de un grupo de más de 200 migrantes que fueron detenidos en Eagle Pass, Texas. De ellos, 60 eran niños que viajaban sin acompañantes, lo que representa la mayor cantidad registrada por las autoridades en un solo día.
El teniente Chris Olivarez, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas (TxDPS), difundió el video en redes sociales el pasado 24 de noviembre, destacando el creciente número de menores no acompañados en los últimos tres años. “Este es un claro ejemplo de los riesgos que enfrentan estos niños durante su viaje, y cómo las organizaciones criminales los trafican a través de la frontera”, señaló Olivarez. La niña fue entregada a la Patrulla Fronteriza, pero su destino sigue siendo incierto.
A pocos días de este suceso, otro video captó a una niña de cinco años, originaria de Honduras, siendo transportada por un “coyote” (traficante de personas) a través del río Grande. En las imágenes, un agente fronterizo interroga a la menor, quien identifica a la persona que la cruzó. La madre de la niña, que llegó a la frontera desde Carolina del Norte, admitió haber pagado 8.000 dólares por el servicio del traficante. Ambas fueron detenidas por la Patrulla Fronteriza y el conductor del vehículo en el que viajaban fue arrestado.
Este tipo de incidentes, en los que menores viajan solos o con traficantes, no son aislados. Muchos de estos niños provienen de países como El Salvador, Guatemala y Honduras, donde la violencia y la pobreza los obligan a emprender el peligroso viaje hacia Estados Unidos. Aunque las familias de los niños consideran que los riesgos de los traficantes son menores que los que enfrentan en sus países, estos menores quedan vulnerables a la explotación, los abusos sexuales y la trata de personas.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Pública de Texas, en la última semana más de un centenar de menores no acompañados han cruzado la frontera. Los niños son detenidos por agentes fronterizos y transferidos a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), que depende del Departamento de Salud y Servicios Sociales de EE. UU. Aunque el número de menores que la ORR recibe ha disminuido ligeramente, la cifra sigue siendo alarmante. Durante el año fiscal 2023, se registraron 118.938 niños no acompañados, aunque el número más alto, de 122.731, fue reportado en 2021. La mayoría de estos menores son adolescentes, pero también se ha visto un aumento en el número de niños pequeños.
El proceso para estos menores implica una custodia temporal en instalaciones designadas, donde permanecen un promedio de 34 días antes de ser entregados a patrocinadores, generalmente familiares en Estados Unidos. Sin embargo, un informe reciente del Departamento de Seguridad Nacional reveló que más de 32.000 menores cuyo paradero era desconocido fueron entregados a familiares que se comprometieron a hacerse cargo de ellos, lo que aumenta las preocupaciones sobre la falta de seguimiento de los casos.
A pesar de la creciente preocupación por los menores no acompañados, las cifras de detenciones de migrantes en la frontera han caído este año. Las nuevas políticas de la administración Biden, que incluyen restricciones más estrictas sobre el asilo, parecen haber reducido el número de cruces ilegales. Sin embargo, expertos advierten que el cruce de menores podría seguir en aumento en los próximos meses, especialmente con la proximidad de la transición presidencial en Estados Unidos.
La situación sigue siendo un reto humanitario y político, y se espera que las medidas que se adopten en los próximos meses influencien el rumbo de esta crisis.