AGENCIAS
La cuenca del Río Bravo se sumerge en una crisis hídrica de proporciones alarmantes, desencadenando una situación crítica en el norte del país. En particular, la región fronteriza de Tamaulipas enfrenta el embate de la sequía, afectando a 10 municipios.
«Es evidente, al analizar las cifras proporcionadas por las autoridades hidráulicas, que Tamaulipas está en una situación crítica en comparación con otros estados, especialmente en los municipios ubicados en la cuenca del Río Bravo, donde la escasez de agua es una realidad palpable», expresó Raúl Quiroga Álvarez, Secretario de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social en Tamaulipas.
Entre los municipios afectados se encuentran Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, San Fernando, Río Bravo, Miguel Alemán y Valle Hermoso, entre otros, donde la disponibilidad de agua está llegando a niveles preocupantes.
La crisis se ve agravada por el incumplimiento en la entrega de volúmenes pactados con Estados Unidos bajo un tratado internacional suscrito en 1944. Esta situación ha llevado a un desequilibrio en la frontera, donde la extracción de agua supera con creces los límites autorizados.
Nuevo Laredo y Reynosa se encuentran entre las ciudades más afectadas, con un déficit significativo en comparación con las cantidades permitidas para extracción. En el caso de Nuevo Laredo, se autoriza la extracción de 45 millones de metros cúbicos anuales, pero la demanda supera los 90 millones. Mientras tanto, en Reynosa, donde se autoriza la extracción de 45 millones de metros cúbicos, la realidad muestra una extracción cercana a los 100 millones.
Quiroga destacó la crisis aguda en la cuenca del Río Bravo, señalando que fuera de esta zona, Tamaulipas es uno de los pocos estados del centro y norte del país que cuenta con disponibilidad de agua, principalmente en la zona conurbada de Tampico, Madero y Altamira.
Las autoridades, en colaboración con los diferentes niveles de gobierno y los sectores industriales, agrícolas y ganaderos, están implementando acciones coordinadas para abordar esta crisis. Sin embargo, el 77% del agua en Tamaulipas se destina al sector hidroagrícola, lo que resalta la importancia de mejorar la eficiencia en el uso del recurso hídrico para evitar un mayor desperdicio y un impacto negativo en todos los usuarios.


