AGENCIAS
La prolongada escasez de lluvias en Tamaulipas durante los últimos ocho años ha desencadenado una de las sequías más severas en años recientes, con consecuencias devastadoras tanto para la vida silvestre como para la agricultura, y amenazando la seguridad hídrica de la población.
Las altas temperaturas en el norte del país han agravado la situación, generando incertidumbre entre miles de agricultores que dependen del cultivo en la región. La falta de agua ha dejado pocas esperanzas de una buena cosecha este año, con pronósticos sombríos de pérdidas económicas.
Carlos Martínez Leal, líder estatal de Antorcha en Tamaulipas, subrayó la urgencia de un plan hídrico nacional por parte del Gobierno Federal para abordar los desafíos derivados de la sequía en el norte de México.
«El agua es un recurso crítico que requiere una atención inmediata de las autoridades. Su sobreexplotación nos está pasando factura, y lo estamos experimentando en este momento. Esta situación no solo afecta a los tamaulipecos, sino que representa una amenaza para la humanidad en su conjunto», advirtió.
Martínez Leal hizo hincapié en la importancia de abordar este tema como una prioridad para los distintos niveles de gobierno, instando a la adopción de políticas que beneficien a la población y protejan los recursos hídricos para las generaciones futuras.


