AGENCIAS
El acceso a los baños del Congreso estadounidense se ha convertido en el centro de un nuevo enfrentamiento político, luego de que Nancy Mace, representante republicana por Carolina del Sur, presentara una resolución para prohibir que Sarah McBride, la primera legisladora transgénero elegida para la Cámara de Representantes, use los baños de mujeres en el Capitolio.
McBride, quien tomará posesión de su cargo en enero, ya enfrenta ataques de sectores conservadores del Partido Republicano, leales al presidente electo Donald Trump. Según Mace, permitir que «varones biológicos» accedan a instalaciones designadas para mujeres «pone en peligro la seguridad y dignidad» de las mujeres en la Cámara de Representantes.
La propuesta ha sido respaldada por figuras como Marjorie Taylor Greene, quien afirmó que «McBride no debería usar ninguno de nuestros baños en el Capitolio». Sin embargo, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, evitó posicionarse claramente sobre el tema y afirmó que el asunto se abordará «de manera deliberada».
Por su parte, McBride respondió con firmeza, calificando la resolución como un intento de «extremistas de derecha» para desviar la atención de los problemas reales que enfrentan los estadounidenses, como los altos costos de la vivienda y la atención médica.
A sus 34 años, McBride no solo será la primera persona transgénero en el Congreso, sino que ya hizo historia como senadora estatal en Delaware en 2021. Ahora, se prepara para asumir su nuevo rol en un escenario que promete ser tan histórico como desafiante.