El colectivo Ángeles Mensajeros llevó a las y los pequeños: juguetes, payasos, juegos, alimentos y un momento de oración y fe.
AGENCIAS
Decenas de niños y niñas celebraron este miércoles el Día del Niño y de la Niña en el Río Bravo, en la frontera de México con Estados Unidos, en medio del hambre, enfermedades y la barricada de navajas que colocó el Gobierno de Texas.
Al respecto, el colectivo Ángeles Mensajeros acudió a la puerta 40 del muro fronterizo entre Ciudad Juárez y El Paso, donde cientos de personas migrantes, incluyendo unos 50 niños, esperan el momento para desafiar a la Guardia Nacional de Texas y cruzar a Estados Unidos.
El colectivo realizó dicha visita para llevar a las y los pequeños: juguetes, payasos, juegos, alimentos y un momento de oración y fe, así como para ayudarlos a alzar la voz.
«Los niños migrantes y las niñas migrantes queremos caminar en paz», gritaron al unísono los menores de edad.
La venezolana Mayreli Valero es madre de María Ángela Páez Valero y juntas han recorrido miles de kilómetros en varios países para llegar hasta la frontera de Juárez.
«Ellos (los niños) vienen de pasar una travesía muy difícil, han sido secuestrados. Hemos sido secuestrados por (el Instituto Nacional de) Migración y les agradezco mucho (a los colectivos) que ellos pasen un día diferente».
Denunció que «hay muchos niños que están enfermos» porque el campamento fronterizo «no es apto para que estén niños, ni adultos tampoco».


