Norma Lucía Piña Hernández, presidenta saliente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), cerró formalmente este martes el ciclo de la actual integración de la Corte en una sesión marcada por ausencias y un ambiente solemne.
En su último informe, Piña destacó que, pese a las calumnias y agresiones recibidas, los ministros respondieron siempre con sentencias y no con confrontaciones. “No apelamos nunca a la confrontación, apelamos a la razón, al diálogo y al derecho”, subrayó.
La sesión contó con la ausencia de las ministras Lenia Batres y Yasmín Esquivel, así como del ministro Alfredo Gutiérrez. También faltaron integrantes de otros órganos judiciales y poderes federales, mientras que ministros en retiro estuvieron presentes como muestra de apoyo.
Piña recordó que su gestión concluye anticipadamente debido a la reforma judicial de octubre de 2024, pero afirmó que la misión del Poder Judicial continúa vigente. Resaltó sus logros y enfatizó la necesidad de trabajar unidos para cumplir los objetivos constitucionales.
En el informe, la ministra Loretta Ortíz, futura integrante de la Corte, consideró los retos por venir como oportunidades para fortalecer la legitimidad del tribunal y llamó a saldar las deudas históricas del sistema judicial.
Por su parte, el ministro Javier Laynez informó que la Segunda Sala resolvió el 93% de los asuntos recibidos, con un mínimo rezago que pasará a la próxima administración.
Finalmente, a las 12:50 horas, Piña Hernández dio el malletazo final que pone fin a esta etapa y da paso a la nueva composición de la SCJN a partir del 1 de septiembre.


