AGENCIAS
Ciudad de México, 3 de diciembre de 2024 – El Gobierno de México está elaborando un plan intersecretarial para enfrentar la posible deportación masiva de migrantes mexicanos desde Estados Unidos, en caso de que se concreten las amenazas del presidente electo de ese país, Donald Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero de 2025.
El canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, informó este martes que, en coordinación con diversas dependencias federales, se está trabajando en la implementación de medidas para recibir a los migrantes que pudieran ser deportados. La noticia fue confirmada tras una reunión encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional, a la que asistieron los titulares de varias Secretarías, incluidos los de Defensa Nacional, Ricardo Trevilla; Marina, Raymundo Morales; y Bienestar, Ariadna Montiel. También participaron el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, y su sucesor, Salomón Céspedes.
De la Fuente explicó que el plan tiene como prioridad a los migrantes mexicanos, aunque aclaró que, en un escenario de deportación masiva, el gobierno mexicano trabajará en colaboración con otros países si fuera necesario. «La responsabilidad del Estado mexicano es con los mexicanos, y ellos serán nuestra prioridad», afirmó el canciller.
Por su parte, la presidenta Sheinbaum resaltó que el gobierno mexicano ya está preparando medidas logísticas y de apoyo para recibir a los connacionales deportados, asegurando que el regreso de los migrantes será tratado con dignidad y respeto. «Es nuestra obligación darles la bienvenida a México», expresó.
El anuncio llega en un contexto de tensiones debido a las declaraciones de Tom Homan, quien, como futuro «zar de la frontera» bajo la administración de Trump, afirmó que las deportaciones masivas comenzarán inmediatamente después de que Trump asuma la presidencia. En respuesta, diversas organizaciones defensoras de derechos humanos han manifestado su rechazo a estas medidas, advirtiendo de las graves consecuencias humanitarias y económicas que podría tener una acción de tal magnitud.
Según estimaciones de la American Immigration Coalition, la deportación masiva de indocumentados podría causar una caída en el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos de entre el 4.2% y el 6.8%, lo que implicaría pérdidas económicas de entre 1.1 y 1.7 billones de dólares anuales.
El gobierno mexicano, por su parte, subraya la importancia de mantener una relación respetuosa con Estados Unidos, aunque también advierte que se defenderá la soberanía del país, como ocurrió durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024). La administración de Sheinbaum anticipa que el tema de las deportaciones será un punto clave en su futura comunicación con el gobierno estadounidense.

