El desabasto de gasolina en la Costa y el Soconusco de Chiapas se debe principalmente a una deuda entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y los transportistas de combustible (pipas), lo que ha provocado que estos suspendan o reduzcan el reparto de gasolina en la región. Esta situación se agrava con el bloqueo de jubilados y pensionados de Pemex a la Terminal de Almacenamiento y Despacho en Puerto Chiapas, protestando por falta de atención médica y de pagos, lo que impide el ingreso y salida de autotanques.
Como resultado, muchas gasolineras en municipios como Tapachula, Huixtla, Mazatán y otros han cerrado o están racionando el combustible, limitando la venta a 20 litros o 200 pesos por tanque. Esto genera largas filas de automovilistas y motociclistas que esperan varias horas para poder llenar sus vehículos, además de congestiones y tensiones en las estaciones de servicio.
El desabasto está afectando directamente al transporte público, que ha tenido que reducir sus corridas para mantener el combustible disponible, causando molestias y retrasos para los usuarios. Por ejemplo, en la ruta Mazatán–Tapachula las corridas se redujeron de siete a tres o cuatro diarias.
Autoridades y organizaciones locales aún no han dado una solución clara, y la problemática podría extenderse si no se resuelve el conflicto financiero entre Pemex y los proveedores de transporte de combustible, afectando la movilidad y economía regional.
