AGENCIAS
Aunque la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum prometió una entrega de agua a los Estados Unidos, los agricultores del sur de Texas están ya desesperados, pues dicen que no han recibido hasta este momento una sola gota.
Tommy Hanka es agricultor de cuarta generación en el valle del Río Grande de Texas. Las cebollas en esta parcela en Edinburg es toda la cosecha que se logró este año. El peor del que él tenga memoria por la falta de agua.Tommy Hanka es agricultor de cuarta generación en el valle del Río Grande de Texas. Las cebollas en esta parcela en Edinburg es toda la cosecha que se logró este año. El peor del que él tenga memoria por la falta de agua.
“Tenemos que hacer planes para el futuro. Y sin garantías de suministro de agua ni podemos sembrar cultivo de alta irrigación como las cebollas repollo y otros”, sostiene Hanka.
El agua que los agricultores del sur de Texas necesitan tiene que venir desde aquí río abajo. Las presas de la Amistad y Falcón que están en su nivel histórico más bajo, y México no ha entregado el agua que debe a los Estados Unidos bajo el tratado binacional de agua de 1944.
Hanka está enojado…“Esto es extremadamente frustrante por qué México tuvo el agua para pagar su deuda y ahora ya no tienen por qué la usaron para sus cultivos”, argumenta el agricultor.
El asunto ya generó una disputa diplomática. Y mientras que Hanka le pedía a la secretaria de agricultura de Estados Unidos Brooke Rollins que hiciera algo al respecto, el presidente Trump amenazó con sanciones.
La presidente mexicana Claudia Sheinbaum defendió su situación e hizo promesas.
“México en los últimos años no ha dado la cantidad de agua del tratado por qué ha habido sequía. Pues porque sencillamente no hay agua. Entonces lo que se está viendo es cuánta agua se podría entregar sin afectar a los productores mexicanos”, dijo la mandataria.
La cantidad que México prometió entregar inmediatamente resultó ser 122,000 acres cúbicos pero lo que fue inmediato fue la oposición de los estados fronterizos mexicanos.La cantidad que México prometió entregar inmediatamente resultó ser 122,000 acres cúbicos pero lo que fue inmediato fue la oposición de los estados fronterizos mexicanos.
La gobernadora de Chihuahua dijo que la cantidad era imposible y el director estatal de agua, Mario Mata, fue más allá publicando que las declaraciones de Estados Unidos en las que erróneamente aseguran que México mantenga una deuda de agua
-¿Cómo se llama de nuevo?
“Señor Mata, está usted simplemente equivocado. Lea el tratado. Estipula claramente que tenemos derecho a un tercio del agua de la cuenca del Río Bravo”, apunta Hanka.
Por ahora, Hanka subsiste gracias al subsidio federal de rescate a agricultores afectados, pero su advertencia es severa: “Aquí antes le decían el valle mágico. Se va a llamar el valle trágico si no recibimos nuestra agua”, protesta.
Pero incluso con esa entrega, Hanka no está convencido.
México todavía debería el sesenta por ciento de los 1.75 millones de acres cúbicos que debe.


