AGENCIAS – La polémica en torno a la reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se intensificó tras la filtración de un documento falso en el que supuestamente se mostraba el respaldo de figuras clave de la vida pública de México.
El documento apócrifo fue atribuido a diversas personalidades, entre ellas el obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera, quien, al ver su nombre y firma en el papel, desmintió públicamente su supuesta aprobación a la reelección de la funcionaria. Según Vera, el documento es “un diseño malo y obscuro” y las palabras que contiene no solo son incorrectas, sino ajenas a su ideología y pensamiento. Además, aclaró que nunca autorizó ni redactó dicho mensaje, y expresó su rechazo ante lo que calificó como una “burda burla” a su persona, a Rosario Piedra y a las autoridades.
“Quiero denunciar que ese papel membretado donde se utiliza mi nombre no existe en mi oficina particular. Las palabras que ahí se expresan ni son mías, ni obedecen mi pensamiento. Me deslindo de todo lo que ahí se menciona”, declaró el obispo en un comunicado oficial. También advirtió que el uso no autorizado de su firma es un delito grave y pidió que las autoridades correspondientes investiguen el caso a fondo.
En su declaración, Raúl Vera dejó en claro que no se pronunciaría sobre la titularidad de la CNDH, pero sí expresó su indignación ante el hecho de que su nombre y firma fueran utilizados sin su consentimiento. «Es igualmente serio que hayan falsificado mi firma», añadió.
Por su parte, la CNDH, representada por Rosario Piedra, reconoció la filtración del documento apócrifo en la noche de este miércoles. Sin embargo, la funcionaria no asumió ninguna responsabilidad por el incidente, limitándose a exigir una investigación para esclarecer los hechos.
Este episodio pone en evidencia las tensiones en torno a la reelección de Piedra Ibarra, quien sigue buscando continuar al frente de la Comisión, pese a las controversias y críticas que han acompañado su gestión.
