Máquinas Expendedoras de Municiones Llega a Texas con Primera Instalación en Canyon Lake

Valle de Texas

Canyon Lake, Texas, ha sido testigo de la llegada de una innovadora máquina expendedora de municiones, marcando un hito al convertirse en la primera de su tipo en el estado. Esta máquina, ubicada dentro del principal supermercado de la ciudad, permite a los clientes comprar municiones de diversos calibres, como 38, 9 milímetros, 45, y 40 S&W, así como cartuchos 22 para rifles y 223 Remington, de manera tan sencilla como si adquirieran productos cotidianos.

La máquina, que se encuentra cerca de los congeladores de hielo y los artículos para la playa, ofrece una pantalla táctil donde los usuarios pueden seleccionar su tipo de munición. El proceso de compra requiere que los clientes presenten una identificación oficial y realicen el pago con tarjeta de crédito, además de una foto del rostro para verificar que tienen más de 21 años.

Grant Magers, director general de American Rounds, la empresa detrás de esta innovación, señaló que hay más de 200 tiendas esperando la instalación de estas máquinas. «Somos la primera empresa en llevar esta tecnología a una escala de mercado más amplia. Las municiones están disponibles para rifles, escopetas y pistolas, y ofrecemos precios competitivos,» explicó Magers. La compañía ya había instalado máquinas similares en Oklahoma y Alabama, y esta en Canyon Lake es la primera en Texas.

Las reacciones en la comunidad local han sido mixtas. Algunos residentes, como Reagen Smith, ven la máquina como una evolución natural de los tiempos en los que las armas y municiones eran vendidas en una variedad de tiendas. Smith, de 71 años, comentó que recuerda cuando las armas estaban disponibles en muchos establecimientos y considera que las municiones son simplemente otro producto más.

En contraste, Celina Durán, de 27 años, expresó su preocupación por la proximidad de la máquina a una escuela cercana. «Me sorprende que esté tan cerca de la escuela. Me preocupa que esto pueda influir en los niños,» comentó Durán, que está en contra de la normalización de la venta de armas y municiones en lugares accesibles.

La máquina expendedora se encuentra en la tienda Lowe’s Markets en la calle Sattler, una zona tranquila donde los vehículos deben respetar un límite de velocidad de 30 millas por hora para proteger a los estudiantes. La comunidad, predominantemente conservadora, parece aceptar la máquina como parte del paisaje local, donde las armas son una presencia común.

Justice Aponte, de 21 años, quien trabaja como tatuador cerca del supermercado, no se sorprende por la instalación de la máquina. «Aquí todo el mundo tiene un arma, mi papá lleva una todo el tiempo,» dijo Aponte, refiriéndose a la cultura armamentista de la región.

El debate sobre la máquina expendedora de municiones refleja las complejas dinámicas sociales y políticas de Texas, donde la tecnología y la tradición se entrelazan en un paisaje marcado por la diversidad de opiniones sobre el control de armas.

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