AGENCIAS

El expresidente uruguayo José Mujica, quien enfrenta un tratamiento contra el cáncer de esófago diagnosticado en mayo, ha compartido su sentir en una reciente entrevista con el diario estadounidense The New York Times. A pesar de que los médicos consideran el tratamiento exitoso, Mujica, de 89 años, se siente «deshecho» y reflexiona sobre la pérdida inminente de su vida.

Desde su finca en las afueras de Montevideo, donde se recupera tras recibir radioterapia hasta mediados de junio, Mujica expresó: «Me hicieron un tratamiento con radiología, según los médicos ando bien, pero yo estoy deshecho». A pesar de amar la vida, el expresidente siente que está en la etapa final de su existencia, reflexionando sobre el significado y el valor de la vida.

En la entrevista, Mujica, conocido por su postura crítica hacia la sociedad de consumo, enfatizó la necesidad de reducir el ritmo de trabajo y dedicar más tiempo al ocio. «La humanidad necesita trabajar menos y tener más tiempo libre y ser más sobria. ¿Para qué tanta basura? ¿Por qué hay que cambiar el auto? ¿Cambiar de heladera?», cuestionó.

Mujica, que gobernó Uruguay de 2010 a 2015 y sigue siendo una figura influyente en la política de izquierda latinoamericana, también expresó su admiración por la naturaleza y respeto hacia quienes tienen fe religiosa, aunque él mismo no cree en Dios.

El exmandatario, quien también destacó su aprecio por su esposa, Lucía Topolansky, exvicepresidenta de Uruguay, reflexionó sobre el amor y la vida: «El amor tiene edades. Cuando sos joven, es una hoguera. Cuando sos viejo, es una dulce costumbre. Si estoy vivo es porque está ella», comentó.

La entrevista, titulada «La historia de amor de dos rebeldes que llegaron a liderar Uruguay», profundiza en la vida personal y política de Mujica, así como en su visión de la vida y la sociedad.