Las cámaras empresariales expresaron su apoyo al aumento en las tasas de interés, la suspensión de las subastas de dólares y el recorte en el gasto corriente del Gobierno federal, aunque advirtieron sobre los efectos de un ajuste en la inversión productiva.

Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), consideró positivo el ajuste que anunció Videgaray y, particularmente el recorte en Pemex, porque eso le permitirá hacer frente a los retos estructurales que presenta el nuevo entorno petrolero.

Aseguró que el sector patronal había pedido este ajuste desde hace tiempo, como una señal de que se mantiene el equilibrio de las finanzas públicas y de que se toman acciones preventivas ante el deterioro del entorno global.

De Hoyos afirmó que el incremento en las tasas de interés fue bien recibido en los mercados, así como la modificación de los mecanismos de venta de dólares, lo que se reflejó en la reacción favorable del tipo de cambio. Rodrigo Alpízar, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), también destacó la importancia de estas medidas para mantener la tranquilidad financiera de inversionistas extranjeros y empresarios nacionales.

«El incremento en las tasas de interés es un acertado, pues si bien tendrá un costo-país, resulta importante para evitar transmitir un mensaje de nerviosismo a los mercados financieros y así evitar detonar un proceso devaluatorio basado en especulaciones, más que en una situación real», dijo.

Alpízar destacó que la suspensión de la subasta y la venta directa de dólares son medidas muy atinadas para romper cualquier expectativa de una mayor depreciación de la moneda.

La Concamin, por su parte, consideró que el recorte presupuestal, el aumento en la tasa de referencia y la suspensión de las subastas de dólares son medidas oportunas, pues con ello las políticas fiscal, monetaria y cambiaria se mantienen sincronizadas en torno a un objetivo: la estabilidad macroeconómica.

«Detrás de estas medidas está el interés prioritario de garantizar la estabilidad financiera del país, evitar mayores presiones sobre las finanzas públicas, reducir la salida de capitales y la depreciación del peso frente al dólar, para evitar un mayor impacto de la depreciación del peso sobre los productores, consumidores e importadores», apuntó en un comunicado.

Respecto del ajuste en el gasto federal, el presidente de la Coparmex pidió al gobierno hacer un mayor esfuerzo para afectar lo menos posible los proyectos de inversión que contribuyen a generar empleos.

En el mismo sentido se manifestó la Concamin, pues advirtió que el el recorte «tendrá efectos sobre la inversión y el consumo (público y privado)».

Para la Concamin, esta conyuntura económica obliga además a pensar en otras opciones, como fortalecer el mercado interno, incrementar el contenido nacional en la producción industrial y no recortar el presupuesto de inversión física autorizado por el Congreso para este año.

«Es fundamental que el recorte al gasto -aseguró- no afecte a la inversión, pero que tampoco afecte al pago a proveedores, particularmente por el monto de lo que se ajustará en Pemex».

Hizo un llamado a sumase al esfuerzo de reducir su gasto.

Tela de donde cortar…

De los 132.3 mil millones de pesos que la Secretaría de Hacienda recortará en el gasto de este año, 32.3 mil millones corresponderán al Gobierno federal, que dispone sólo de 30% del presupuesto para aplicar el ajuste, porque el resto son «gastos ineludibles» como pago a deuda, pensiones, y provisiones de bienes y servicios como la seguridad, entre otros.

«El recorte que le toca al Gobierno federal no se pueden dar en esos rubros», advirtió Suny Villa, especialista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.

Estados y municipios, por su parte, salvarán los efectos de este recorte en sus finanzas, porque la Ley de Coordinación Fiscal garantiza sus participaciones federales, explica la investigadora. Sin embargo, el CIEP advierte que a partir de 2017 las entidades -sobre todo aquellas de donde se extraen hidrocarburos– sí enfrentarán una posible disminución en sus participaciones por la caída petrolera.

«Vamos a tener que ajustarnos y seguirnos ajustando, y pensar en una revisión profunda del gasto», dice la investigadora. «El precio del petróleo no aumentará el corto plazo y la producción seguirá cayendo».

Por lo tanto, dice, tendremos que pensar en un Pemex «más chiquito», que se ajuste a la transición energética.

El fracaso económico

En el Senado, el legislador Mario Delgado, de Morena, advirtió que el recorte implícitamente «reconoce el fracaso de la política económica de este gobierno».

El senador afirmó que las dos medidas anunciadas ayer son restrictivas: el aumento en la tasa de interés de 3.25% a 3.75% y la reducción del gasto público.

La primera, particularmente, encarecerá el crédito, afectará la inversión y, como consecuencia, habrá menos crecimiento y empleo, aseguró. «El país no crecerá ni siquiera 2%», aseguró.

Delgado afirmó que el promedio anual de crecimiento durante el gobierno de Enrique Peña Nieto será de 2%, el más bajo en los últimos 30 años, aseguró.

Afirmó que las razones de la difícil circunstancia económica que atraviesa el país se debe a la desconfianza que enfrenta el gobierno, la descoordinación entre el Banco de México y Hacienda, pues el primero trata de controlar la inflación y la segunda despilfarra.

El Gobierno federal tuvo excedentes y rebasó en 197 mil millones de pesos el gasto autorizado por la Cámara de Diputados, afirmó Delgado.

«Estamos frente a una economía fuera de control, al borde del despeñadero económico y con un gobierno que mantiene un gasto insostenible», dijo.