Como ocurre cada año, los paisanos se apoderaron de la carretera 35 y de otras arterias que conectan a los puentes internacionales desquiciando por completo el tránsito vehicular en el centro de la ciudad.

La interestatal 35 registró enormes filas de camionetas cargadas de mercancías como bicicletas, electro domésticos, muebles y ropa, filas que llegaron hasta la tienda WalMart ubicada en la cuadra 5600 de San Bernardo.

“Nosotros tenemos cuatro horas en la cola y no avanza nada, el tráfico está detenido por completo, esto es desesperante”, dijo Blas López, un paisano procedente de Chicago, Illinois, con destino al estado de Guanajuato.

Aunque las filas comenzaron desde la noche del viernes, ayer en la mañana era un verdadero caos y casi imposible para entrar o salir del centro. Los paisanos no sólo llenaron la carretera 35 sino también la lateral de Santa Úrsula y la avenida Santa María para llegar al Puente I.

“Esperamos cruzar pronto porque queremos agarrar carretera en el lado mexicano lo más

temprano posible, todavía nos faltan muchas horas de camino”, dijo José Vázquez, un paisano de San Luis Potosí que vino desde Florida.

Oficiales del Departamento de Policía trataban de mantener el control del tráfico apostados en cruceros aledaños al puente Juárez-Lincoln como la Washington, la Victoria, la Houston, Farragut y en la Hidalgo.

“El tráfico está muy pesado desde muy temprano, pedimos paciencia a los paisanos y también a los automovilistas que entran o salen del centro”, dijo un atareado patrullero.

Se espera que el movimiento de paisanos continúe fuerte este domingo y ya para el lunes comience a disminuir.