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Valle de Texas Por Raul Gutiérrez

¡Peligro mortal!

Las 37 muertes de niños abandonados en el interior de vehículos, registradas en promedio en Estados Unidos desde 1998, parecen importarle muy poco a los laredenses. En los últimos 40 días van cuatro casos de menores que se han salvado de morir sofocados por el descuido de sus padres y ocho en el año.

“Es increíble que los propios papás pongan en riesgo las vidas de sus hijos”, dijo Abraham Díaz.

El oficial de la división de relaciones comunitarias en el Departamento de Policía advirtió que el intenso calor en la región puede ser mortal si se deja a un niño o bien a una mascota, encerrados en un vehículo aunque sea por unos minutos.

De hecho, en los primeros seis meses del año se han registrado también seis casos de mascotas que por olvido fueron dejadas encerradas en autos y una falleció.

Además, un reporte del Departamento de Bomberos estableció que de junio del 2015 a junio del 2016 hubo 86 casos de infantes víctimas de negligencia o descuido de sus padres en diferentes circunstancias, ya sea quedarse solos en la casa, en la calle o encerrados en vehículos.

Socorro Garza, vocera del Departamento de Policía, advirtió que bastan unos minutos para que el calor dentro de un vehículo se torne mortal, en especial para los menores, para personas de la tercera edad y para las mascotas.

Con temperaturas que rebasan los 104 grados Fahrenheit en esta ciudad, el peligro de una tragedia aumenta de manera considerable si los adultos no toman conciencia para cuidar a sus hijos y evitar dejarlos en los autos mientras hacen pagos o cargan gasolina.

Sólo en el 2015 se registraron 24 muertes de infantes abandonados en vehículos y en 17 casos la causa del deceso fue sofocación por calor. Desde 1998 a la fecha han muerto 674 menores en este tipo de incidentes en todo el país, para un promedio de 37 casos por año y Texas es líder con 100 decesos.

Abraham Díaz, de la división de relaciones comunitarias en la Policía, dijo que el golpe de calor puede ocurrir cuando la temperatura corporal de una persona excede los 104 grados Fahrenheit, desequilibrando su mecanismo termo-regulatorio.

Los síntomas son debilidad, desorientación, agitación, confusión, piel muy seca, con alta temperatura pero sin sudor, pérdida de la conciencia, corazón acelerado, alucinaciones y en casos muy severos, puede llevar a la muerte.

“Se considera como letal cuando la temperatura de una persona alcanza los 107 grados, aquí ya se dañan las células y los órganos internos y en los niños es más peligroso porque sus cuerpos se calientan de tres a cinco veces más rápido que los adultos”, mencionó.

Díaz advirtió que la ley contempla severos castigos para los adultos que dejan a menores de 15 años encerrados en los vehículos, pero lo más grave de estos casos es que ponen en serio peligro las vidas de los infantes.

“Ya llegó la canícula y el peligro es aún mayor, hay que cuidar a los niños y también a las mascotas”, advirtió.

¡Peligro mortal!