La política exterior de México es fundamental para mantener buenas relaciones con los países de todo el mundo. Desde siempre destaca procurar, por la vecindad, la buena relación con los Estados Unidos. En el marco de la cuarta Cumbre de Seguridad Nuclear, organizada por el presidente Barack Obama, en la que participaron los líderes de más de 50 países, dirigentes de la ONU, Interpol, la Unión Europea y el Organismo Internacional de Energía Atómica, el presidente Enrique Peña Nieto fue recibido en privado por el presidente Obama.

Es probable que en la práctica de la diplomacia que el presidente Peña Nieto encabeza, le haya comentado a Obama sobre su determinación de llevar a cabo el cambio de embajador en Estados Unidos y, posiblemente, le haya comentado que en el análisis prospectivo del proceso electoral en ese país, desde México se observa como un riesgo creciente el avance de Donald Trump en las preferencias de los electores.

Este es el contexto en el que se dio a conocer el cambio en la embajada de México en Estados Unidos, a la cual había llegado hace siete meses Miguel Basáñez Ebergenyi, que desde el arranque de la campaña de Donald Trump, en la que sistemáticamente ataca a los mexicanos, asumió una prudencia extrema que no encaja en el perfil que demanda la defensa de los connacionales ante los ataques racistas y xenófobos del precandidato del Partido Republicano.

La secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, informó a los senadores, que deben ratificar el nombramiento, el relevo en la embajada de México en los Estados Unidos, el cual se debe “entre otras cosas, al actual proceso electoral del vecino país, que requiere un perfil diplomático más contundente en la defensa de los intereses de los mexicanos y de mayor impulso”.

Para ocupar la embajada más importante para los intereses de México en el exterior, el presidente Peña Nieto propuso a Carlos Manuel Sada Solana quien desde 2013 se desempeñó como Cónsul General de México en Los Ángeles, cargo que también ocupó en los consulados de Nueva York, Chicago y San Antonio, en Estados Unidos y Toronto, Canadá.

Según la secretaría de Relaciones Exteriores, Sada Solana “se ha distinguido por su profesionalismo, su cercanía con las comunidades de mexicanos en el exterior, la promoción de los intereses de México y el fortalecimiento de las relaciones de nuestro país con el exterior».

El presidente Peña Nieto comentó a los medios que la decisión de cambiar a Miguel Basáñez obedece a una estrategia para fortalecer el trabajo consular en favor de los mexicanos radicados en Estados Unidos.

“No es una destitución propiamente sino es una remoción en razón de darle un fortalecimiento a alguien con una experiencia sobre todo en el trabajo consular donde está nuestra red de atención a connacionales y que queremos fortalecer, ayudar, respaldar para enfrentar de mejor manera este escenario, escenarios que pueden verse como adversos”.

El relevo en la embajada mexicana sucede en medio de una tensión que crece entre funcionarios del actual gobierno de los Estados Unidos, por el apoyo que ha logrado el empresario Donald Trump para alcanzar la nominación del Partido Republicano en las elecciones de noviembre y sus incesantes comentarios racistas en contra de los mexicanos, de los que dice son peligrosos y dañinos para su país.