La inestabilidad financiera internacional, los bajos precios del petróleo, el alza del dólar y la ralentización del consumo pasarán factura a la economía mexicana en 2016. Los analistas privados consultados por Banxico han empeorado sus previsiones sobre las priniciplaes variables macroeconómicas del país azteca conforme los ingresos estatal se contraen y el Gobierno de Enrique Peña Nieto se ha visto obligado a aprobar un segundo recorte al gasto público de 132,000 millones de pesos.

Así, los analistas privados aumentaron su estimación para la inflación de México en 2016 a un 3.38% desde un cálculo de 3.10% anterior, de acuerdo con una consulta del banco central difundida el miércoles. La cifra es muy superior al objetivo del 3% de Banxico y a la inflación del 2.56% registrada en enero. Los efectos de la fortaleza del dólar se empiezan a trasladar a los precios finales que el año pasado se mantuvieron a raya por la caída de las tarifas de las telecomunicaciones y la contención de la industria.

El aumento de precios que pronostican los encuestados está todavía entre los parámetros de «normalidad» establecidos por el Banco de México, de 3 puntos porcentuales con un margen de más o menos 1%, sin embargo es una cifra que está por encima de la reportada en la primera quincena de febrero, de 2.94%, que ya fue el mayor nivel registrado en 10 meses, y los analistas también se mostraron más pesimistas que en enero sobre la posibilidad de que al cierre del año la inflación se ubique dentro del intervalo establecido por Banxico.

En cuanto al PIB, los analistas estimaron una expansión económica del 2.49% este año, menor al 2.70% del sondeo previo, de acuerdo con la mediana de los pronósticos. Se trata de una previsión más pesimista que la del propio Banco de México, de entre 2.5% y 3%, que podría ser ajustada a la baja el próximo jueves, en el informe trimestral que dará Agustín Carstens. Según los encuestados, el PIB mexicano no superará un crecimiento del 3.2% ni en 2017, ni en los próximos 10 años.

Desde que el Gobierno aprobó el ajuste al gasto público, los analistas empezaron a dar por hecho que el crecimiento de México se resentiría y que no se alcanzarían los rangos estimados por el Ejecutivo que todavía prevé que el PIB del país suba entre un 2.6% y un 3.6%.

La tasa de interés del Cete a 28 días, dijeron los analistas, podría cerrar el año en 4.05%, y su pronóstico es que llegue hasta 5.25% al cierre de 2018.

En cuanto al tipo de cambio, los especialistas proyectan hoy que cerraremos el año con un dólar más caro de lo que estimaban hace un mes, a 17.89 pesos, contra 17.55 pesos por dólar que señalaron en enero. Según sus cálculos, el dólar se ubicará por encima de los 18 pesos a mediados de este año y perderá terreno frente al peso hacia diciembre.

El principal factor señalado por los encuestados que podría obstaculizar el crecimiento económico en México, es la debilidad del mercado externo y la economía mundial, con 26 respuestas de 37 posibles. En segundo lugar está la inestabilidad financiera internacional, y en tercer lugar el precio de exportación del petróleo. En este sentido, las preocupaciones de los analistas han cambiado sensiblemente respecto a febrero del año pasado, cuando su principal preocupación eran los problemas de inseguridad pública, el precio de exportación del petróleo y la inestabilidad financiera internacional, en ese orden.