Viajando a más de 3 mil millas en varios meses, este insecto llega hasta los bosques de oyamel en México donde pasa el invierno, sin embargo en las últimas dos décadas se ha disminuido de 45 acres que había en el 95 a sólo dos acres el año pasado, los factores pueden ser muchos, desde la tala clandestina de bosques en México hasta la sequía en los Estados Unidos o la pérdida de su fuente de alimento en su trayecto.

La falta de algodoncillo, el alimento preferido de la Monarca, se ha dado principalmente debido a la agricultura que se ha expandido hasta las praderas y pastizales naturales vitales para la conservación del insecto.

CRECIMIENTO URBANO

En Texas, el algodoncillo no se ha visto afectado por la agricultura sino por el crecimiento de las zonas urbanas, así como por incendios forestales, la proliferación de plantas invasivas y pobre manejo de las áreas de pastizales para mantener la integridad ecológica.

Biólogos del Departamento de vida silvestre de Texas así como expertos de agencias federales y no gubernamentales están trabajando con los dueños de terrenos a nivel local, sin embargo la pregunta que nace es qué pueden hacer los texanos que no poseen grandes extensiones de tierra y que viven en ciudades.

Como el estado y en especial, el Valle del Sur de Texas es corredor natural de la migración de la mariposa, lo más probable que en su paso una Monarca o varias se lleguen a ver en una maceta o en un árbol, lo indicado es que no se les moleste pues sólo están de paso.