Más de tres mil inmigrantes hispanos marcharon hoy en el centro de Dallas contra la presencia en esta ciudad del aspirante presidencial republicano, Donald Trump, y en repudio a sus polémicas declaraciones contra los mexicanos.

La manifestación, convocada por la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) en Dallas, ha sido la mayor hasta ahora contra Trump, desde el comienzo de su campaña política el pasado 16 de junio con comentarios despectivos sobre los migrantes.

Los manifestantes se reunieron frente a la Catedral de Guadalupe en el centro de Dallas y caminaron un kilómetro y medio por la Avenida Ross y la Calle St. Paul para llegar hasta la arena deportiva American Airlines Center, donde se manifestaron.

Dentro del lugar Trump pronunciaba un discurso frente a unos 20 mil seguidores.

Numerosos manifestantes portaban cartulinas o mantas con leyendas contra Trump en español e inglés, como “Trump es un fascista”, “Trump, tú no tienes mi voto”, o “Unidos contra el odio y el prejuicio”.

Asimismo, corearon consignas como “Sí se puede”, y “Aquí estamos y no nos vamos”, entre otras.

“No somos criminales”, rezaba una de las pancartas más populares, al igual que la piñata multicolor de Trump, que algunos portaban.

Ana Mendoza, una joven cuya madre es inmigrante indocumentada originaria del central estado mexicano de Guanajuato, marchó portando su diploma universitario que la acredita como administradora de empresas.

Esto, dijo, mostrando su diploma de la Universidad Texas A&M, “es el fruto de padres indocumentados”. “Marcho con mi diploma porque quiero mandar el mensaje de que nosotros no somos criminales, ni drogadictos, ni violadores”, como dijo Trump, señaló.

Jennifer Mata, una inmigrante originaria del norteño estado mexicano de Chihuahua, dijo que marchaba indignada no sólo por las declaraciones antiinmigrantes de Trump, sino por sus expresiones de sexismo al referirse de manera desdeñosa a algunas mujeres.

Al llegar al American Airlines Center, los manifestantes y los seguidores de Trump permanecieron separados por una calle y vallas de seguridad colocadas por la policía de Dallas.

La arena deportiva se cerró al iniciar el discurso del aspirante presidencial y en el exterior se efectuó un mitin en el que hablaron los organizadores de la marcha.

El abogado Domingo García, principal convocante de la manifestación e integrante del capítulo local de Lulac, dijo a miles de participantes que quienes elegirán al próximo presidente de Estados Unidos son los trabajadores inmigrantes que Trump ha ofendido con sus declaraciones.

“Trump nunca podrá ser electo presidente”, aseguró García. “Basta de mentiras, Donald Trump”, dijo.

En el mitin también habló Alan González, un joven graduado de derecho por la Universidad de Georgetown, hijo de inmigrantes mexicanos, nacido en el barrio de Oak Cliff en Dallas.

González relató cómo sus padres trabajaron 18 horas diarias vendiendo dulces y alimentos para darle educación. “Y cuando Donald Trump habla de que México no envía a su mejor gente a Estados Unidos, ese político no sabe de lo que está hablando”, señaló.

González dijo estar sumamente orgulloso de sus padres y de cómo ellos con su trabajo humilde han contribuido hacer a este país uno más grande.

Dentro del American Airlines Center, Trump, el multimillonario empresario de bienes raíces, hizo alarde de su éxito en las encuestas sobre la preferencia electoral, que lidera en forma absoluta y criticando a sus rivales republicanos por la nominación de su partido.

Sus seguidores que llenaron por completo la arena deportiva le aplaudieron fuertemente cuando dijo que se debía detener a la inmigración: «Tenemos que hacerlo», indicó.

Trump criticó a las ciudades denominadas “santuario” cuyas autoridades han optado por no colaborar con el gobierno federal para cumplir las leyes de inmigración.

«Tenemos que poner fin a esta mie.. ciudades santuario, rápido», dijo Trump y agregó: «Somos un vertedero para el resto del mundo.»