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Salud Por Raul Gutiérrez

Entrena tu mente para competir

¿Cuántas veces te has propuesto una meta deportiva y aunque hagas tu mejor esfuerzo no la alcanzas? y es que para lograr tu objetivo es fundamental entrenar no sólo tu cuerpo, sino también tu mente. Para esto sirve el coaching deportivo, una útil herramienta que te ayudará a triunfar.

Erika Marcela Fernández Urby, coach deportivo, del Centro de Bienestar Integral Esfera, explica que esta técnica es un proceso de acompañamiento al deportista que lo ayuda a pontencializar sus recursos y a eliminar obstáculos mentales para poder lograr resultados extraordinarios para la persona, ya sea mejorar un tiempo, realizar un tipo de competencia que no ha hecho o incluso bajar de peso.

“Es un acompañamiento en el que se empodera a la persona para que ella misma caiga en la cuenta de cuáles son los recursos con los que cuenta y las limitaciones que tiene, para en base a eso elaborar un plan de acción y establecer metas realistas”, señala.

Coach vs entrenador

La especialista aclara que un entrenador no es igual a un coach deportivo ya que el primero se dedica a la parte física, mientras que el segundo entrena la mente del deportista, “esto es importante porque muchas veces los deportistas seguimos un trabajo físico al pie de la letra, sin embargo, antes o el día de la competencia te boicoteas, al sentir miedo o cansancio, pensando que ya no vas a poder, y todo el esfuerzo que hiciste, en algún punto de la competencia se perdió, no alcanzó para llegar a la meta que te habías planteado”.

Además señala que un entrenador es un motivador que anima al deportista a alcanzar la meta y un coach lo ayuda para que no se vuelva dependiente de que alguien lo esté motivando para alcanzar sus objetivos, ya que se le dan herramientas metales para que él sea su propio motivador, y que se dé cuenta de los recursos que tiene para cumplir con sus metas.

Por tal motivo, el coach trabaja una vez en el proceso de entrenamiento de la mente y después el deportista continuará con su trabajo de manera personal, al finalizar se le da un plan de mantenimiento para que no pierda el rumbo, pero si en un momento dado tiene algún quiebre o se plantea otro tipo de metas puede regresar con el coach para recibir nueva orientación.

Fernández aclara que “el coach tampoco es un psicólogo del deporte, ya que ellos ayudan a un deportista cuando existe algún bloqueo, y trabajan en la parte histórica para conocer los antecedentes que lo llevaron a esa situación, mientras que el coach es alguien que trabaja a futuro, “vemos cuál es tú estado actual y cual es el estado al que queremos llegar, si en el camino yo me doy cuenta que tienes un bloqueo te turno al especialista correspondiente”.

El proceso

Generalmente del coaching se realiza durante 8 ó 10 sesiones y es recomendable iniciar el proceso unos 3 meses antes de que se tenga la meta.

Durante las dos primeras sesiones se trabaja en la definición de la meta, qué hay detrás de ella y cuáles son las implicaciones que tendrá.

Ya que aunque una meta sea deportiva hay que analizar por qué se quiere alcanzar, por ejemplo, el objetivo visual puede ser correr un maratón, pero lo haces porque buscas compartir con tu familia ciertos momentos, mejorar tu salud, ser constante en un entrenamiento, etc.

Otro factor que se analiza durante la sesión son las implicaciones que tendrá el objetivo para la persona, y cómo se modificará tu entorno “si vas a invertir tres horas en un entrenamiento ¿ya pensaste cómo lo vas a compensar a tus seres queridos? ¿o cómo van a reaccionar?, ¿tu familia te va a apoyar?, en algunos casos hay hasta “truenes” de parejas, alejamientos de hijos, ¿ya pensaste en lo que tienes que invertir?”, explica Fernández.

El coach cuenta con varias herramientas que ayudarán al deportista a pensar en todos estos aspectos para tomar las mejores decisiones y alcanzar el objetivo, y es que en muchas ocasiones en una competencia “el cuerpo no es el que se rinde, sino es la mente”.

Potencializa tus recursos

Fernández destaca que el coaching deportivo no es sólo para deportistas de alto rendimiento sino para cualquiera que quiera alcanzar una meta. Por eso dos de los pilares fundamentales de esta técnica son: el ayudarte a quitar obstáculos mentales y el identificar y potencializar los recursos de la persona.

“Todos actuamos en base a creencias, y lo que hacemos es trabajar para cambiarlas, hay que gente que piensa que por tener cierta edad ya no puede empezar a practicar algún deporte y ese en el trabajo del coach, el transformar una creencia limitante en una potencializadora, porque todos tenemos los recursos, el cuerpo humano está diseñado para alcanzar todo para lo que tú lo preparas, pero la mente, por experiencias, marcos de referencia equivocados, actúa de una manera limitada”.

Por último, Fernández invita a todas las personas a que se animen a apostarle al deporte como un estilo de vida que les traerá grandes beneficios a nivel físico, pero sobre todo satisfacciones a nivel personal. “el deporte involucra mente, corazón, espíritu, es una metáfora de la vida, es emprender un viaje maravilloso que te lleva a lugares inimaginables, en donde no todo son sólo cosas buenas, son altas, bajas, pero por el beneficio que obtienes vale la pena”.

Del tenis a la vida diaria

El coaching deportivo es un método acuñado por Timothy Gallwey, quien al desempeñarse como capitán en la Universidad de Harvard del equipo de tenis, se dio cuenta de que el principal freno de un deportista no está en su cuerpo, si no en su mente, lo que lo llevo a escribir el libro titulado El Juego Interior.

Aunque esta obra habla sobre el tenis sus principios pueden aplicarse a cualquier tipo de actividad ya que Gallwey señala que muchas veces somos nuestro peor enemigo. No es el adversario externo el que nos derrota sino nuestras propias dudas, nuestro propio miedo y nuestra falta de concentración.

Varios años después, John Whitmore adaptó estos conocimientos al medio empresarial, convirtiéndose en el precursor del Coaching de Negocios, Coaching Ejecutivo, y Coaching Personal.

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