El mexicano nacionalizado estadounidense Carlos Cascos comenzó a despachar hoy como secretario de Estado de Texas, tras jurar al cargo el último fin de semana ante el gobernador Greg Abbott.

Cascos, oriundo de Matamoros, en el norteño estado mexicano de Tamaulipas, emigró de niño a Estados Unidos y durante su adolescencia se convirtió en ciudadano estadunidense.

Como secretario de Estado de Texas, Cascos será responsable de la organización de los procesos electorales en la entidad, los asuntos fronterizos y las relaciones con México.

En noviembre pasado, el contador público acababa de ser reelecto como juez del condado de Cameron, cuando Abbott lo nominó para que fuera el secretario de Estado de Texas.

Abbott dijo entonces que deseaba para el cargo a «alguien que entienda cómo funciona el gobierno, alguien que pueda cultivar fuertes lazos a lo largo de la frontera, así como fuertes lazos a través de la frontera». agregó que buscaba a «alguien que puede promover los intereses de Texas, tanto en casa como en el extranjero».

El Senado aprobó en febrero pasado la nominación de Cascos.

Desde el anuncio de su nominación, Cascos se ha reunido con funcionarios mexicanos para ayudar a mejorar la relación con Texas y discutir temas como el Tratado Internacional de Aguas de 1944.

En declaraciones a la prensa, Cascos ha dicho que espera ser capaz de que «garantizar que el sur de Texas puede participar en el auge de la energía en el norte de México.»

Antes de ser electo juez del Condado de Cameron en 2006, Cascos fue nombrado dos años antes por el entonces gobernador Rick Perry como miembro de la Comisión de Seguridad Publica de Texas.

En 2007, Perry también lo designó funcionario a cargo del Cabildo de Seguridad Pública Fronteriza.