Los precios de estabilidad del hidrocarburo cumplen ya un mes de permanecer por debajo de los 3 dólares, ya que actualmente el galón continua vendiéndose en aproximadamente a 2.50 dólares, mientras en México se han dado repentinos aumentos.

La tendencia no puede ser interpretada como una oferta emergente, en los precios de la gasolina en la frontera entre México y Estados Unidos  ya que su cotización ha estado desde hace semanas más baja en suelo estadounidense que en su contraparte.

Los precios de estabilidad del hidrocarburo cumplen ya un mes de permanecer por debajo de los 3 dólares, ya que actualmente el galón continua vendiéndose en aproximadamente a 2.50 dólares, mientras en México se han dado repentinos aumentos.

La empresa gasolinera Shell tenía sus precios también baratos, por debajo del margen de los 2.50 lo que alentaba a conductores a pararse y llenar su tanque en lo que ha sido un fin de semana tranquilo tras la avalancha de gente que acudió a las tiendas a realizar sus compras predecembrinas.

“Es algo motivante que tengamos precios baratos en lo que se refiere a la gasolina, porque para nosotros representa un ahorro importante dentro del presupuesto  familiar”, señaló el consumidor Juan Barragán López.

En esta ocasión no se puede señalar que la tendencia a la baja de los hidrocarburos se debió a la presencia de los miles de visitantes que arribaron desde el pasado miércoles a los establecimientos comerciales para realizar sus compras.

El fenómeno tiene que ver según analistas con las irregularidades que ha mostrado el mercado internacional además de que el mismo gobierno federal prefiere que las gasolinas se conserven baratas y no encarezcan en el futuro cercano.

“La baja en los precios del petróleo es un indicativo que permite en algunos países desarrollados que se presente esta situación, a pesar del inicio del invierno cuando se consume mayor combustible, veremos si la tendencia no cambia en las próximas 2 semanas ante el probable equilibrio del mercado”, señala un informe al consumidor.

Para el turismo mexicano y residentes fronterizos es un aspecto positivo ya que pueden surtir su tanque lleno en autos y camionetas a precios más baratos que por lo regular fluctúan entre 20 a 40 dólares según la capacidad en galones de su inmueble.