Al grito de “Sí se pudo, sí se pudo”, miembros de organizaciones del movimiento en favor de una reforma migratoria coincidieron en señalar que se trata de un primer paso positivo en espera de una reforma migratoria integral.

“Lo que hace falta es que todos los hermanos que estamos aquí tengamos ese apoyo por parte de los del Congreso y que realmente se haga una reforma migratoria”, dijo la indocumentada mexicana Adriana Peláez.

Vive desde hace 14 años sin papeles migratorios en Estados Unidos y será uno de los cinco millones de inmigrantes indocumentados que se beneficiará a partir de enero con las acciones administrativas del presidente, ya que tiene dos hijos nacidos en este país.

No obstante, señaló que es importante que la comunidad de inmigrantes mantenga la lucha para lograr una reforma amplia que beneficie a quienes quedaron fuera y haga permanentes los beneficios para todos los inmigrantes indocumentados.

Las acciones de Obama incluyen la creación de un nuevo programa de acción diferida para frenar las deportaciones de personas que son padres de ciudadanos estadunidenses o residentes permanentes legales y han vivido en Estados Unidos por cinco años.

Se estima que el nuevo programa podría beneficiar a unos 4.1 millones de los 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.

Las personas podrán solicitar la cancelación temporal de órdenes de deportación y la obtención de permisos de trabajo con vigencia de tres años si proporcionan toda su información, presentan datos biométricos, se confirma que no tienen antecedentes penales y pagan impuestos.

Su plan contempla asimismo la ampliación del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) para que cubra a más inmigrantes que vinieron a Estados Unidos siendo pequeños, incluidos aquellos que entraron a Estados Unidos antes del 2010.

Se estima que beneficiará a 270 mil personas adicionales a los 600 mil jóvenes que obtuvieron la protección de DACA desde 2012.

Durante la espontánea concentración en la Casa Blanca, los inmigrantes y activistas escucharon en vivo el mensaje enviado por el presidente Obama desde la preparatoria Del Sol en Las Vegas, Nevada.

Al final de la alocución presidencial, aplaudieron y entonaron el himno nacional.