Perfiles nuevos escenarios para la mujer
En el marco del Decimoquinto Aniversario de la Autonom铆a de la Comisi贸n Nacional de Derechos Humanos, se revalidaron los logros alcanzados en materia de protecci贸n a los derechos de los individuos y de los grupos sociales, sus alcances se definieron como una pr谩ctica permanente del Estado Mexicano. Se publicaron en el Diario Oficial de la Federaci贸n los lineamientos para el procedimiento y seguimiento de las recomendaciones emitidas por la Comisi贸n Nacional de Derechos Humanos a las dependencias y entidades de la Administraci贸n P煤blica Federal. Se definieron adem谩s nuevos alcances como la ampliaci贸n de los Derechos Humanos, en los que se destaca el derecho de ni帽os y j贸venes a recibir educaci贸n de calidad, y en materia de derechos pol铆ticos se estableci贸 la obligaci贸n de los partidos pol铆ticos de otorgar a las mujeres 50% de sus candidaturas a legisladores federales y locales.
Es frecuente que cuando en M茅xico se discute el tema de los derechos de la mujer se perciba el entorno con grandes contradicciones, es decir, con avances muy lentos, lejanos de la realidad actual, existe discriminaci贸n en los grupos vulnerables: ind铆genas, trabajadoras rurales, activistas sociales, jefas de familia, mujeres que van en busca de una vida mejor para sus hijos y cruzan la frontera exponiendo sus vidas, en el otro extremo de los alcances persiste la desigualdad en el terreno profesional y laboral que se traduce en oportunidades limitadas y con desventaja econ贸mica, la escasa participaci贸n de la mujer en las 谩reas de decisi贸n se explica por la exclusi贸n de los foros donde se debaten temas trascendentales, sin embargo su ausencia en estos espacios no puede interpretarse como hecho consumado, sino como una oportunidad para continuar proponiendo soluciones.
驴C贸mo ignorar esta desventaja en un pa铆s que se ha propuesto iniciar un camino de reformas enfocando sus esfuerzos para acercarse a econom铆as de primer mundo?, sin dobleces ni omisiones, se tendr谩 que pasar del mito a la realidad, si consideramos que con desafortunada puntualidad c铆clica en materia de logros y espacios significativos para la sociedad se avanza y se retrocede, el hilo de expectativas para la construcci贸n de un sistema de garant铆as sociales para la mujer, acab贸 por reventarse. El reloj de la historia exige definiciones, hoy tiene que darse aparte de una soluci贸n en torno a sus derechos, una soluci贸n de corte econ贸mico que me permito explicar:
La generaci贸n de empleos se ha convertido en 谩rea de especial inter茅s en nuestro pa铆s, dada la magnitud que han observado las deficiencias ocupacionales durante las 煤ltimas d茅cadas, la ocupaci贸n es un fen贸meno que est谩 impl铆cito en todas las actividades econ贸micas y que se encuentra determinado por varios factores entre los que destacan las forma de organizaci贸n del trabajo, el ritmo de crecimiento de la poblaci贸n, el desarrollo tecnol贸gico y la capacitaci贸n para el trabajo. Un an谩lisis objetivo de la situaci贸n y caracter铆sticas del empleo debe hacer referencia a las modalidades del proceso de desarrollo econ贸mico y social del pa铆s, as铆 como la estructura y funcionamiento del aparato productivo. La relevancia social de este problema, su dimensi贸n y complejidad, reclaman la concentraci贸n de esfuerzos en los 谩mbitos p煤blico y privado.
Hoy como nunca el empleo adquiere un car谩cter expl铆cito de la pol铆tica econ贸mica, es decir, la construcci贸n de una estrategia que promueva el abatimiento de las tasas de desocupaci贸n e incorpore a hombres y mujeres, mejorando la oferta de trabajo en el territorio nacional. Desde hace algunos a帽os se ha apreciado la necesidad de aumentar por un lado la participaci贸n del sector social en la estructura econ贸mica y bajo los nuevos escenarios de reformas estructurales adecuar los instrumentos jur铆dicos para impulsar nuevos proyectos, como ser铆an las cooperativas de consumo.
En las cooperativas de consumo destacan las destinadas a adquirir art铆culos de primera necesidad, las integradas por peque帽os comerciantes y las que adquieren en com煤n servicios e insumos para satisfacer necesidades individuales de producci贸n de sus miembros, las cooperativas de origen sindical especialmente aquellas ubicadas en los rubros de distribuci贸n de alimentos, bajo esta figura es importante ubicar las cooperativas productivas incorporando n煤cleos femeninos a la actividad emprendedora.
Los talleres artesanales, las peque帽as agroindustrias formadas con coinversiones de programas estatales deben integrarse con grupos de mujeres que hayan recibido capacitaci贸n necesaria para dinamizar su acci贸n en beneficio de sus microempresas y de la econom铆a familiar. Uno de los sectores que influye de manera directa en la incorporaci贸n de hombres y mujeres al trabajo es el sector agr铆cola, en M茅xico es importante que los apoyos en la nueva estructura econ贸mica sean orientados particularmente en la esfera alimenticia con el objeto de estimular la producci贸n y la autosuficiencia alimentaria del pa铆s, cre谩ndose mayores facilidades de comercializaci贸n y transporte a efecto de impulsar tambi茅n la exportaci贸n, deber谩n ponerse en marcha planteamientos de una reforma integral del campo mexicano, inici谩ndose en la comercializaci贸n, eliminando las etapas de intermediarios, s贸lo en este contexto ser谩 posible advertir el apoyo necesario a la mujer mexicana, no s贸lo en el terreno de la pol铆tica, sino en la vida cotidiana en el n煤cleo de oportunidades que le permitan enfrentar con dignidad su futuro y el de sus familias.
En M茅xico se inicia un avance significativo en materia de Derechos Humanos, un hecho que ha sido parte de los grandes ideales, lo plantearon los Sentimientos de la Naci贸n de Morelos, lo integr贸 la Revoluci贸n de 1910 al hacer la afirmaci贸n de los derechos sociales que van a corresponder a todo ciudadano por el hecho de haber nacido en el pa铆s, el constituyente no s贸lo protegi贸 el derecho de los individuos, sino el de los grupos desiguales, obreros, campesinos, ind铆genas, todos ellos conjugados en el gran prop贸sito de justicia social que frecuentemente se define como la posibilidad que tiene una sociedad de generar la riqueza suficiente para darle a cada uno de los individuos que la integran la posibilidad de recibir sus beneficios, ojal谩 que por fin se inicie un nuevo escenario para los derechos de la mujer no s贸lo pol铆ticos y sociales, sino econ贸micos.