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Internacional Por Raul Gutiérrez

Trump se niega a decir si aceptará o no el resultado de las elecciones

El candidato republicano, Donald Trump, desaprovechó ayer su última oportunidad para reposicionarse en el sprint final de la carrera a la Casa Blanca. Empezó bien, sereno y sin atacar con rabia a la candidata demócrata, Hillary Clinton, pero, al igual que en los dos anteriores debates, acabó perdiendo los papeles y lo remató con un comentario nunca oído antes a un candidato presidencial: Se negó a decir si reconocerá o no una eventual victoria de su rival, como anuncian todas las encuestas.

“Se lo diré en su momento. Voy a mantener el suspenso”, respondió Trump interpelado por el moderador del último debate presidencial en Las Vegas, Chris Wallace, sobre si aceptará el resultado de la contienda.

Este rechazo de Trump choca con las declaraciones de su candidato a vicepresidente, Mike Pence, que aseguró que tanto él como su jefe de filas “aceptarán el resultado de las elecciones y la voluntad del pueblo estadounidense”.

“Debilita la democracia”. Por su parte, la candidata demócrata Hillary Clinton criticó que Trump, con sus continuas insinuaciones de que las elecciones están amañadas de antemano, “debilita la democracia” estadunidense. “Es horrenda su posición. Siempre grita fraude cuando se ve en desventaja”, dijo.

Al respecto, el magnate neoyorquino alertó que hay “millones de personas registradas para votar que no deberían estar registradas para votar”, al alimentar sus acusaciones de que las elecciones están amañadas en favor de Clinton.

Sugirió también que las elecciones están manipuladas por el sesgo de los medios de comunicación, a los que llamó “corruptos” y puso como ejemplo a The New York Times, el diario que sacó los testimonios de dos mujeres que sufrieron abusos del magnate, dejando en evidencia al candidato republicano, quien en el segundo debate dijo que él nunca se ha sobrepasado con las mujeres “como sí hizo Bill Clinton”.

Sobre las cinco mujeres que han denunciado en diferentes medios y en los últimos días el acoso que sufrieron, Trump dijo que “esas historias son totalmente falsas, ni siquiera le pedí perdón a mi mujer porque no hice nada, no las conozco, quieren fama o fue su campaña [la de Clinton] la que lo hizo”.

En medio de este alegato, Trump acusó también a Clinton de incitar a la violencia en sus mítines incluso pagando a personas para ello.

En el turno de respuesta, con mucha serenidad, la demócrata recordó que el empresario llegó a decir en mítines que algunas de las mujeres que le acusan ni siquiera son lo suficientemente atractivas como para que él intentara algo con ellas.

El empresario se defendió diciendo que “nadie tiene más respeto por las mujeres” que él, pero Clinton lo calló señalando que su comportamiento con las mujeres forma parte “de un patrón, de muy oscura y peligrosa visión”, y concluyó: “Espero que más gente se dé cuenta de lo que está en juego en estas elecciones: qué país queremos ser”.

Interferencia rusa. En el plano internacional, Clinton, afirmó que el presidente ruso, Vladímir Putin, quiere “una marioneta” como su rival republicano en la Casa Blanca, y por eso está tratando de “interferir” en las elecciones de EU, como ha señalado el reciente informe de las agencias de inteligencia que apuntaba a Moscú como responsable del pirateo de correos de la campaña demócrata.

Clinton aseguró que “no existen precedentes” de los intentos de manipulación de las elecciones por parte de una potencia extranjera, algo de lo que acusó a Trump como responsable debido a sus comentarios sobre el presidente ruso.

Peña se cuela en el debate. Sobre el tema del muro en la frontera, Clinton se burló de su rival recordando que “él fue a México tuvo una reunión con el presidente mexicano y ni si quiera sacó el tema del muro; se ahogó, y luego entró en una guerra en Twitter porque el presidente mexicano dijo: no vamos a pagar por ese muro”.

Trump respondió que tuvo una muy buena reunión con el presidente de México, a quien se refirió como “una buena persona”.

Sobre el tema de los inmigrantes, la demócrata reiteró su decisión de integrarlos en la economía formal y aprovechó recordó que “un indocumentado paga más impuestos que Trump, quien no lo ha hecho en 40 años”.

Guiño a sanderistas. El tema sobre la economía fue aprovechado por Clinton para lanzar un guiño a los indecisos y a los seguidores de Bernie Sanders, a quienes prometió ayudas de estudio y que la carga de los impuestos la llevarán los ricos.

Trump, que acabó diciendo de su adversaria que es una mujer “muy desagradable”, prometió por su parte una bajada “masiva” de impuestos.

Ganó Clinton. Al cierre de esta edición, el primer sondeo de urgencia tras acabar el debate, realizado por CNN, daba por tercera vez consecutiva la victoria de Clinton, que ganó con un 52 por ciento, frente a un 39 por ciento de estadunidenses que cree que ganó Trump.

El peso sale fortalecido del debate

Durante el debate de anoche, el peso mexicano se mantuvo estable, a diferencia de los dos debates presidenciales previos, cuando sufrió fuertes sacudidas, con variaciones en el tipo de cambio con el dólar americano de hasta 70 centavos en la apenas hora y media que duraron estos careos.

Sin embargo, la fluctuación se produjo antes y también después del debate. Si al inicio de la jornada el cambio se situaba en 18.8 pesos por dólar, llegamos al inicio del evento en 18.53 pesos por dólar.

Y aunque en la hora y media que duró el careo el movimiento fue de apenas medio centavo, manteniendo los 18.53 pesos, en la hora posterior al debate el peso volvió a subir, rebajando el tipo de cambio hasta los 18.46 pesos por dólar.

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