Tres senadores republicanos responsables de la propuesta de reforma migratoria que está trabada en el Congreso pidieron al presidente Barack Obama no usar sus poderes ejecutivos para evitar que millones de personas sean deportadas.

Los senadores John McCain, Lindsey Graham y Marco Rubio le escribieron a Obama el jueves para pedirle que no tome una acción ejecutiva y advertirle que cualquier paso unilateral minaría los esfuerzos para reformar el sistema de inmigración.

Obama ha dicho que tomaría una acción después de las elecciones del 4 de noviembre. Eso es una demora respecto a una promesa previa de que lo haría a mediados de año.

Los tres senadores fueron miembros del grupo de ocho que trabajó durante meses en una propuesta de ley para incrementar la seguridad fronteriza y proveer una vía a la naturalización para 11 millones de inmigrantes que viven sin permiso legal en Estados Unidos.