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Nacional Por Raul Gutiérrez

Gracias a las intensas campañas, aumentan los trasplantes de órganos

El trasplante de órganos es el mejor regalo de vida que alguien por voluntad propia puede hacer en favor de otro ser humano.

Una persona, cuando su ciclo ha llegado al final, puede donar corazón, hígado, riñones, pulmones, páncreas, y ello significa la diferencia entre la vida y la muerte para ocho o nueve personas y permitirles seguir viviendo.

Parece una difícil decisión, pero es tan sencilla como hablarlo con todos los integrantes de la familia, de manera clara y precisa, para que sepan que se quiere donar uno o algunos órganos, y que la familia esté dispuesta a respetar esa decisión.

Debe ser así porque en el último momento, cuando los minutos son cruciales para la adecuada procuración de los órganos, si sólo un integrante de la familia decide no respetar la voluntad del donante, los órganos no son aprovechados.

El director general del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), doctor José Salvador Aburto Morales, destaca la importancia de la donación de órganos, porque estos no se pueden obtener de ninguna otra manera, sino a través de un acto de amor y altruismo, como es precisamente la donación.

Resalta que en México la cultura de la donación de órganos y tejidos ha aumentado en los últimos años gracias a las intensas campañas de organismos gubernamentales, empresas e incluso compañías aseguradoras, empero, aún falta mucho por hacer.

A 25 años de que se hizo el primer trasplante de corazón en el país las cifras son muy alentadoras, destaca, ya que tan sólo en lo que va del año, el centro que encabeza documenta 2,537 trasplantes de córnea, 2,052 de riñón, 141 de hígado, 25 de corazón, tres de páncreas y uno de pulmón, cifras que reflejan un incremento de ocho por ciento en comparación con los resultados obtenidos en 2015.

Sin embargo, aún se está lejos de cubrir una demanda creciente y, como ejemplo, hasta el primer semestre de este año 20 mil personas en todo el país están en lista de espera de un órgano. La mayor demanda es de riñón con 12,180 pacientes, seguido de córneas para 7, 218, y en tercer lugar 370 personas quienes requieren un hígado.

En cuarto lugar, hay 54 personas requieren un corazón, 10 pacientes necesitan un páncreas y otras ocho personas necesitan trasplante páncreas y riñón, dos un trasplante de riñón-hígado y una necesita corazón-pulmón.

Al cierre de 2015 se trasplantaron 6,437 órganos y tejidos, lo cual significó una tasa de donación de 53.2 trasplantes por millón de habitantes, y los principales órganos fueron córnea, riñón e hígado.

Otro dato importante es —hasta el primer semestre del año—el de las personas que aguardan por un órgano:

Por edad, el 46 por ciento, es decir, 9,348 pacientes están en plena edad productiva, ya que tienen entre 20 y 44 años de edad, seguidos por  5,639 pacientes de 45 a 64 años, es decir, el 28 por ciento, y en tercer lugar, 2,387 personas de 65 años y más, quienes representan el 11.93 por ciento, así como pacientes pediátricos, recién nacidos hasta los cuatro años de edad quienes esperan: 74 córneas, 87 riñones, 83 hígados y cuatro corazones.

EXITOSAS CAMPAÑAS. En entrevista con Crónica, el doctor José Alfonso Yamamoto Nagano, Coordinador Nacional de Donación y Trasplantes, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) refiere que en el 2009 el instituto fue el pionero al crear la figura del Coordinador Hospitalario de Donación, que es un médico altamente capacitado para realizar todo el proceso de donación.

Este médico se encarga de ver los casos de pacientes con muerte encefálica y hacer la solicitud de donación a los familiares “explicarles que su paciente ya no va a despertar y por el momento tan difícil por el que atraviesa la familia, esto se hace con mucha delicadeza, con mucho respeto, un lugar del hospital privado donde incluso puedan vivir su duelo”.

Con la experiencia que se tiene, indica Yamamoto Nagano, se ha desarrollado toda una estrategia de fomento a la donación, que ha permitido incrementar estos números. Esto se puede ver con el comparativo del periodo 2008-2011 contra 2012-2015, cuando aumentaron las donaciones 133.4 por ciento, al pasar de 734 a 1,703.

“Este crecimiento observado no se dio solo, es resultado de las campañas de donación y el trabajo de los coordinadores hospitalarios, que hoy suman 46 en todo el país. Cuando inició el programa eran sólo tres y la tasa de donación era de dos por millón de derechohabientes, hoy son 8.6 donantes por millón de derechohabientes”, resalta.

La Ley General de Salud establece que “todo mexicano es donante en forma tácita”, siempre y cuando —puntualiza—, la familia dé su consentimiento; no sólo papá o mamá, sino también tíos o abuelos, “y nos han tocado donaciones, donde cinco miembros de la familia dicen sí a la donación, pero con uno que diga no, ya no se ha podido hacer nada”.

El especialista en cirugía pediátrica se pronuncia porque en las escuelas también se hable del tema “así como hoy se habla de sexualidad y otras cosas, ¿por qué no hablar de donación de órganos? que es algo más sencillo de entender y que tiene que ver con algo tan hermoso como dar vida”.

PROCURACION DE ÓRGANOS. Un riñón o un hígado pueden permanecer  sin ser trasplantados entre 24 a 48 horas, aunque lo ideal es hacerlo en menos de 12 horas.

El corazón “ese no perdona”: debe ser trasplantado en no más de seis horas, mientras que las córneas pueden permanecer hasta 10 días sin ser trasplantadas.

Sin embargo, añade, “si se toma en cuenta que el IMSS es la institución con el mayor número de derechohabientes y en demanda de órganos ocupa, dependiendo el caso, entre 50 y 70 por ciento de la lista de espera nacional, es casi imposible que no tengamos receptores.

“Le puedo asegurar que ningún órgano ha sido desaprovechado en el instituto, porque cuando no se ocupa, se canaliza a otras instituciones como Secretaría de Salud, ISSSTE, etc.”.

DONADORES. Yamamoto Nagano puntualiza que los órganos se obtienen de donador vivo o cadavérico, que es cuando alguien tiene muerte encefálica, por traumatismo cráneo encefálico debido a un accidente automovilístico, una caída, o quienes tienen un accidente vascular y provoca una hemorragia cerebral y con ello muerte encefálica, en estos casos, la disposición de los órganos no debe ser mayor a 72 horas.

Del donante vivo, sólo se puede disponer de un pedazo de hígado o un riñón, y procede luego de una serie de estudios escrupulosos para verificar el buen estado de salud y la compatibilidad con el receptor.

Toda aquella persona que exprese su voluntad de hacerlo como en las licencias de conducir de la ciudad de México, se puede hacer, o como en varios  estados, dejarlo asentado en las tarjeta de donantes que se otorgan a través de las diferentes instituciones, en el registro electrónico del Cenatra. Pero, lo más importante es haberlo hablado con la familia y que se respete su voluntad. Porque ahí todavía se tiene una tasa de negativa familiar de entre 30 y 40 por ciento, que es alta, aunque estaba peor.

El doctor Yamamoto Nagano, esboza una leve sonrisa de satisfacción al tiempo que expresa:

“Tengo pacientes que siendo niños los trasplanté y hoy son abogados, médicos, enfermeras. Recientemente me enteré de un niño que trasplanté y que hoy es enfermero. Como médico, la verdad, es que verlos ya grandes y realizados es una gran satisfacción”.

Gracias a las intensas campañas, aumentan los trasplantes de órganos