«Hay pintores que no son repetitivos y uno es Sakai”, dijo el artista Manuel Felguérez durante la presentación de la exposición Kazuya Sakai en México (1965-1977). Pintura-diseño-crítica-música, en el Museo de Arte Moderno (MAM), que está conformada por más de 100 creaciones del pintor argentino de origen japonés y de sus contemporáneos.

A lo largo de la muestra se pueden apreciar serigrafías, óleos, fotografías, dibujos, acrílicos, lacas y publicaciones en las cuales estuvo involucrado el artista que es considerado por algunos como el introductor del geometrismo en México.

La exposición está dividida en cuatro núcleos: “De Nueva York a México”, “Plural”, “Ondulaciones” y “Sakai y el geometrismo mexicano”, este último como “intento de diálogo entre Kazuya Sakai y sus contemporáneos mexicanos y latinoamericanos”, señaló el curador de la exhibición, Daniel Garza Usabiaga.

Con respecto a si había cierta influencia de Sakai en las creaciones de Manuel Felguérez, el artista mexicano dijo: “Somos compañeros de ruta. Vas a un museo, ves un color naranja y ese color ya es tuyo, eres como un embudo al cual vas echando cosas. Cuando pintas, lo haces con emociones. Haces algo a manera que sea diferente a lo que produce el de junto”.

La importancia de mostrar las creaciones de Kazuya Sakai radica en que fue el promotor de todo un movimiento, comentó Manuel Felguérez: “En México había quienes hacían geometría como Mathias Goeritz, Gunther Gerzso, Carlos Mérida, pero nunca con una relación entre ellos; eran individualidades diferentes entre sí. Hasta que Sakai vino y con su visión nos invitó a hacer un movimiento geométrico”.

El también escultor señaló que, como el arte es una creación, no se repite y uno de los mejores representantes de ello es Kazuya Sakai: “El chiste del arte es que nunca se repite, siempre evoluciona y tiene que estar en cambio constante, porque es diacrónico y Sakai es un muy buen ejemplo”.

Después de su estancia en el MAM, la exposición viajará al Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, en Zacatecas, y formará parte del programa del festival cultural de la entidad.

SHOEMAKER. El diseño mexicano no se puede explicar sin el legado que ha dejado la familia Shoemaker, a partir de construir con la madera escritorios, sillas, cabeceras de cama, cajas, entre otros contenedores que se utilizan en el día a día.

“La exposición es una ínfima parte del archivo del archivo de la fábrica Señal S.A., de Don Shoemaker, quien era muy libre para experimentar. Está compuesta por 74 fotografías, 12 pinturas de la colección de Stanley Shoemaker y préstamos provenientes de quienes en determinando momento adquirieron alguna creación del ebanista”, explicó Iñaki Herranz, curador de la muestra.

El curador apuntó que los ejes de la obra de Shoemaker fueron tres: “Rústico, orgánico y doméstico. Se intenta rendir homenaje al creador y dar cuenta de que era muy meticuloso en cada una de sus creaciones”.

Iñaki Herranz estuvo acompañado por Stanley Shoemaker, nieto del ebanista y quien sigue con la tradición de trabajar con la madera, aunque considera que  “actualmente se usan muchas maderas, como la parota para hacer este tipo de diseños, pero la que usaba mi abuelo ya se usa porque es difícil de conseguir. Lo de mi abuelo era algo artesanal”, finalizó.

En el núcleo de la exposición se pueden ver producciones que hicieron personajes que, al mismo tiempo que Don Shoemaker, trabajaron con la madera, entre los que se encuentran Felipe Derflingher, “Feders”, Talleres Chacón, el proyecto Tapices de Xonacatlán, Genaro Álvarez y Arturo Pani, por mencionar algunos.