En la sesión de ayer martes, el peso mexicano finalizó con una depreciación de 1.33 por ciento o 24 centavos, al cotizar en alrededor de 18.20 pesos por dólar, nivel no visto desde hace siete jornadas.

De acuerdo con Banco Base, la sesión de ayer se caracterizó por un fortalecimiento generalizado del dólar frente a todas las divisas de economías emergentes y sus principales cruces de economías avanzadas.

Expuso que los factores que ocasionaron la depreciación del peso fueron los precios del petróleo que continuaron a la baja como consecuencia de la creciente producción petrolera en Estados Unidos, y más recientemente en Libia, lo que dificulta los esfuerzos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) por controlar la sobreoferta global de crudo. Al ser la divisa latinoamericana más líquida, la moneda mexicana también reaccionó a noticias negativas para la región, a la par del real brasileño, el cual cerró con una depreciación de 1.50 por ciento y venderse en 3.3322 reales por dólar.

Los mercados de capitales a nivel global fueron golpeados por un debilitamiento de los precios del petróleo, que afectó a las empresas del sector energético, en particular en Estados Unidos.

Durante las primeras dos sesiones de la semana se observó una corrección en el mercado de dinero, al reducirse la demanda por deuda soberana.