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Salud Por Raul Gutiérrez

Tan frecuente como doloroso

La definición aceptada de un esguince es la lesión de uno o varios ligamentos (cordones fibrosos) que estabilizan una articulación. Son comunes los esguinces de tobillo, rodilla, muñeca, hombro, codo y articulaciones de los dedos. La causa suele ser un giro, inversión o eversión forzados de la articulación, afectando al ligamento.

La doctora Erika Pamela Olmos Maldonado, especialista en rehabilitación, explicó que los esguinces se clasifican en diferentes grados según la gravedad del caso, la cual se mide dependiendo si el ligamento ha sufrido un estiramiento excesivo, una rotura parcial o incluso la rotura total del mismo.

Se clasifican en tres grados: los esguinces de grado I son los más leves, donde los ligamentos se elongan pero no llegan a romperse; los esguinces de grado II son de gravedad media, donde los ligamentos se rompen de forma parcial porque se superan los niveles de elasticidad; y  los esguinces de grado III que son los más graves y los que requieren de tratamiento quirúrgico, así como mayor tiempo para su curación porque hay rotura completa de ligamentos.

“Los síntomas comunes son dolor intenso en la zona afectada en el momento de la lesión, sensibilidad al tacto, inflamación, aparición de hematomas, imposibilidad de caminar o realizar determinados tipos de movimientos según sea el sitio afectado condicionando impotencia funcional de la parte afectada”, dijo Olmos Maldonado.

Lo primero que debe hacerse después de una torcedura es guardar reposo, evitando cualquier actividad que implique esfuerzo para la parte afectada.

El tratamiento dependerá del tipo de esguince pero implicará reposo y será necesaria la inmovilización de la zona afectada mediante un inmovilizador, yeso o una férula. El tiempo de reposo dependerá de la gravedad de la lesión.

La aplicación de frío local (hielo) es aconsejable en el momento agudo de la lesión, tanto para el alivio de los síntomas como para reducir la inflamación. El hielo no debe aplicarse directamente sobre la piel. Para aplicarlo se debe envolver en tela o en una bolsa de plástico y no mas allá de las primeras 72 horas. El frío tiene efecto analgésico y anti-inflamatorio y además reduce la posible hemorragia, lo que acorta el proceso de recuperación. Debe colocarse cada dos o tres horas durante 12 minutos. Nunca se debe poner calor las primeras 72 horas tras un esguince de tobillo.

También será necesario comprimir la zona lesionada. Se emplea una venda elástica o semielástica, porque puede adaptarse con mayor facilidad a la zona lesionada.  El objetivo es inmovilizar la articulación afectada y reducir la inflamación y los hematomas. Hay que tener en cuenta que el vendaje debe ser firme sin apretar en demasía porque podrían producirse problemas de circulación de sangre. Regularmente se deberá mantener elevada la articulación, para facilitar el retorno venoso y reducir la inflamación.

En los casos más graves será necesario acudir a la cirugía para reparar el ligamento, la cual consiste en una reparación de las regiones capsulares y/o ligamentosas mediante una ligamentoplastia eventual, seguida por una inmovilización de 3 a 4 semanas como mínimo. Se debe comenzar con un tratamiento rehabilitatorio temprano que debe abarcar  una valoración completa para descartar patologías agregadas y evaluar cada caso en particular para la prescripción de un tratamiento fisioterapéutico que puede incluir el uso de ultrasonido terapéutico,  electroterapia, una serie de ejercicios físicos  para  fortalecer y favorecer la estabilidad articular o estiramientos para evitar contracturas.

Durante todo el proceso puede necesitar medicamentos que alivien el dolor (analgésicos) o la inflamación (antiinflamatorios).

La doctora explicó que cuando un esguince no se trata o no se cuida de forma correcta, ya sea por no realizar ningún tipo de tratamiento o por no completarlo una vez iniciado, una de las consecuencias más frecuentes es la inestabilidad. Una articulación que queda inestable es mucho más propensa a recaer. El objetivo del tratamiento es devolver las estructuras a la normalidad, ya que también la musculatura adyacente puede debilitarse.

“Otra consecuencia de no tratar adecuadamente el esguince es que el paciente puede quejarse de dolor crónico que puede llegar a ser tan molesto que impide realizar los movimientos. También puede formar un callo fibroso en el ligamento que produzca rigidez”, finaliza la especialista.

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