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Nacional Por Raul Gutiérrez

México toma decisión monetaria de forma unánime, discute anticiparse

Las cinco personas que conforman la junta de gobierno de Banco de México votaron en el mismo sentido el mes pasado por dejar la tasa de interés de referencia sin cambio.

     La mayoría de los participantes incluso señalaron que los riesgos para el crecimiento habían aumentado por lo que es probable que la inflación se mantenga bajo control esta año para incluso terminar por debajo de la meta de 3%, de acuerdo a las minutas que dio a conocer esa institución sobre última reunión de  política monetaria.

     El banco central, encabezado por el gobernador Agustín Carstens, dejó su tasa de referencia en 3% a inicios de marzo, y su postura fue descrita como menos agresiva de lo esperado por los especialitas, a quienes les preocupa las repercusiones negativas que podría generar en los mercados financieros del país el alza de tasas en Estados Unidos.

     Los miembros de la Junta coincidieron en señalar que la economía mexicana tuvo un débil comienzo en 2015.

     Hasta ahora, la inflación en el país no da muestras de un alza que podría preocupar  a las autoridades monetarias. Los precios al consumidor registraron en marzo un crecimiento anual de 3.1%, frente a una tasa de 3% en febrero.

     La actividad económica, por su parte, creció 0.2% en enero con relación al mes anterior y fue 2% superior en términos anuales. El Banco de México estima por ello que el producto interno bruto crecerá este año entre 2.5% y 3.5%, un rango ligeramente superior al crecimiento de 2014 de 2.1%.

     Claro que los miembros de la junta también mostraron distintos puntos de vistas, sobre todo en el debate que inició en la reunión anterior sobre si convenía a México adelantarse al alza de las tasas de interés en Estados Unidos.

     Un miembro sostuvo que México debe moverse antes de que la Fed lo haga a fin de consolidar el reciente éxito que ha tenido el banco central para bajar la inflación y para proteger la estabilidad financiera del  país.

     Por su parte, dos miembros dijeron que con la inflación y las expectativas de inflación bajo control y con hasta ahora movimientos ordenadas en los rendimientos de los bonos locales, no hay razón para un movimiento anticipado al que pudiera llevar a cabo la Fed.

     Estos miembros también señalaron que un decisión apresurada podría generar repercusiones negativas por la debilidad que mostró la economía mexicana al inicio de año.

     También señalaron que hay un alto grado de incertidumbre en cuanto a la fecha en que la Fed comenzará a subir las tasas, lo que haría más riesgoso el tomar una decisión por adelantado, en caso de que no se materializara el tan esperado aumento de las autoridades estadounidenses.

     Carstens dijo el mes pasado que, idealmente, el banco central debería saber qué medidas tomará la Fed y el impacto que tendrían en los mercados locales para entonces tomar su decisión.

     Para el banco central, economistas y empresarios, la principal preocupación del alza en tasas en Estados Unidos es la repercusión que ese movimiento podría tener sobre el tipo de cambio, y en consecuencia sobre la inflación y los precios de los bonos locales.

     El peso cayó frente al dólar hasta un nivel de 15.67 por en marzo, lo que llevó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y al  Banco Central a intensificar sus intervenciones en el mercado cambiario.

     Las autoridades decidieron desde entonces y asa mediados de este año vender 52 millones de dólares diarios en el mercado bajo el mecanismo de subasta, además de ofrecer 200 millones de dólares adicionales al día si el peso se debilita 1.5% contra el día en comparación con su nivel de cierre del día anterior.

     Hasta ahora esas medidas han permitido dar liquidez al mercado cambiario, en el que el peso ha ganado terreno frente al dólar desde entonces para cotizar incluso ligeramente por debajo del nivel de 15 pesos por dólar.

     La mayoría de los miembros estuvieron de acuerdo en la reunión que las subastas de dólares han tenido éxito en mantener el orden en el mercado cambiario.