Los legisladores locales advirtieron de la excesiva concentración del poder y exigieron que este plan no implique un ‘borrón y cuenta nueva’ sobre los presuntos actos de corrupción detectados con la compra de cobijas al triple de su valor

Los diputados locales del PAN y del PRI en el Congreso de Nuevo León cuestionaron el plan de reestructuración del gabinete estatal, principalmente por las nuevas «súper secretarías» de Infraestructura, de Administración y la de Economía y Trabajo.

En una primera valoración del plan propuesto por el gobernador Jaime Rodríguez Calderón, los legisladores advirtieron del riesgo de que el poder de las compras y contratos se concentre en esas tres dependencias y, consecuentemente, de los tres funcionarios que las encabecen.

Los diputados deberán aprobar o negar los cambios a la Ley Orgánica de la Administración Pública Estatal que propuso el gobernador y por eso harán un análisis a detalle.

El PAN manifestó sus dudas y además preguntó de dónde saldrá el dinero para despedir a 700 burócratas.

El líder de los legisladores panistas, Arturo Salinas, dijo que el tema es para analizar cuidadosamente por el riesgo que se corre.

«Nos preocupan las tres súper-secretarías que se van a crear. El tema vuelve a ser una concentración de poder», alertó.

Además, Salinas preguntó de dónde saldrá el dinero para el despido masivo de personal.

«¿Cómo les van a pagar?, ¿quién va a pagar los finiquitos?, ¿ya hay dinero para esos finiquitos?», inquirió.

Aclaró que aunque el gobierno estatal argumente que tiene prisa para la aprobación de esta reingeniería, el Congreso Local se tomará su tiempo.
«No hay prisa, nosotros no podemos trabajar a las carreras», aseguró.

«Yo les pregunté que cuánto tiempo se iban a tardar en la reestructura y dijeron que un año. Entonces, si ellos se van a tardar un año, si el Congreso se toma un mes no pasaría nada», alegó.

La bancada del PRI apoyó este plan, aunque expresó sus dudas en algunos aspectos.

El coordinador del grupo legislativo del tricolor, Marco González, dijo que el PRI no será un obstáculo para el plan que el gobernador desea hacer realidad.
«El voto de nosotros es un voto de confianza», declaró.

Sin embargo, consideró que sería un error concentrar el poder en tres funcionarios encargados de las tres nuevas dependencias.

«Cuando se concentran todas las decisiones o los recursos, no fluyen y se podría obstaculizar al gobierno», advirtió González.

«En el tema de la Secretaría de Administración es el momento idóneo para que el gobernador se sacuda a todos los corruptos que tenga dentro de su gobierno», demandó.

Y a bancada de Movimiento Ciudadano también hizo sus observaciones sobre este rediseño del aparato estatal.

Sin embargo, el coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano, Samuel García, argumentó que este plan no debe implicar un «borrón y cuenta nueva» de la presunta corrupción detectada con la compra de cobijas al triple de su valor normal.

«Al final del día, eso no solapa lo que sucedió. Tiene que investigarse el cobijagate», aseveró.

García declaró que su bancada aplaude el recorte de personal en el gobierno estatal por razones de eficiencia gubernamental.

«Eso evidentemente se aplaude, claro que va a generar un caos con la gente que va a salir, pero siempre y cuando vaya con fines de eficiencia, Movimiento va a aplaudir», sostuvo.

Los legisladores plantean hacer mesas de análisis con académicos para que opinen sobre esta reforma a la administración pública estatal.