En la Tierra sigue haciendo más calor de lo habitual. Hace poco los científicos constataron que el 2015 fue en su conjunto el año más caluroso desde que en 1880 se empezaran a documentar las temperaturas en nuestro planeta.

Pero los termómetros siguen en ascenso, ya que el pasado mes de enero marcó un nuevo récord. La temperatura promedio en la Tierra se ubicó 1,04 grados por encima de los registros de enero del siglo XX, es decir, de los años 1901 a 2000.

El enero de 2016 fue también el más caluroso desde 1880. Esto se debió sobre todo a las elevadas temperaturas en la superficie del mar, explicó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).

El aumento de la temperatura en la Tierra es un peligro, porque hace que los glaciares se derriten, que el nivel del mar aumente y que las regiones áridas se vuelven más secas. Por eso, en diciembre de 2015 una conferencia mundial acordó en París limitar la subida de las temperaturas en nuestro planeta utilizando menos combustibles fósiles como el carbón o el petróleo.