Sólo en Washington 500 mil personas se manifestaron para exigir respeto a las mujeres y a las minorías; en 600 ciudades del país se hizo eco de este reclamo

Unidos en una sola voz en apoyo al movimiento de “Marcha de las Mujeres” (“Women’s March”), más de 2 millones de manifestantes en al menos 600 ciudades de Estados Unidos, entre ellos hombres y niños, tomaron ayer las calles para protestar contra la política discriminatoria del presidente Donald Trump, y para exigir respecto a sus derechos, al de las minorías y a la equidad de género. En las movilizaciones se sumaron colectivos de afroestadunidenses, latinos y de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero (Lgbt), reportaron medios locales.

Trump despertó ayer en su primer día como mandatario y no imaginó la marea humana que le reclamaría por su política xenófoba y racista. Los organizadores estimaban en 300 mil los participantes en Washington DC, pero la respuesta rebasó las 500 mil personas.

La marcha contó con el apoyo de Amnistía Internacional y Planned Parenthood, la mayor red de planificación familiar de EU y a la que los republicanos del Congreso le quieren quitar financiamiento.

ACTIVISTAS. También estuvieron representantes del movimiento Black Lives Matter, una asociación especializada en la denuncia de abusos policiales contra los afroestadunidenses.

La demócrata Hillary Clinton, que perdió las elecciones ante Trump, agradeció a los manifestantes en su cuenta de Twitter. “Gracias por estar allí, por hablar y marchar por nuestros valores @womensmarch. Más importante que nunca. Realmente creo que siempre somos más fuertes juntos”, tuiteó.

La marcha en Washington avanzó dos kilómetros por el National Mall, donde Trump fue investido el viernes como presidente. El mandatario alcanzó a ver la protesta desde la ventana de su limusina, cuando su convoy regresaba a la Casa Blanca después de asistir a una misa en la Catedral Nacional en Washington, según reportes de la agencia AP.

ORIGEN. Las protestas contra Trump hicieron eco de forma masiva en Nueva York, Chicago, Filadelfia, Los Ángeles, Miami, Baltimore y Boston, entre otras.

La protesta de las mujeres contra Trump surgió como idea de una abogada jubilada de Hawai, Teresa Shook, y luego creció en las redes sociales.”¿Y si las mujeres desfilaran masivamente en Washington durante la investidura?”, se cuestionó. Cuando fue a dormir analizó la idea y tras proponerla recibió el aval de 40 mujeres que en redes sociales la propagaron. La idea siguió creciendo hasta llegar a más de 10 mil seguidores que confirmaron su participación en esta movilización.

La mayoría de las mujeres convocadas y que participaron en las manifestaciones portaron sobre sus cabezas gorros color de rosa con orejas de gato, lo que se convirtió en símbolo del desafío al nuevo gobierno.

ECO. Los “pussy hats”, como les llaman, son gorros con orejas de gato: es un juego de palabras ya que “pussycat” en inglés es gatito y “pussy” es vagina, pero con un tono peyorativo.

La palabra recuerda directamente un audio de 2005 filtrado en la campaña electoral en el cual el entonces candidato Donald Trump, conocido por su retórica polémica y misógina, aseguraba que “cuando eres una estrella, (las mujeres) te dejan hacerlo. Puedes hacer lo que quieras. Puedes agarrarles la panocha”.

El eco a la protesta en EU alcanzó países de África, Europa, Asia e incluso en la Antártida, donde el reclamo por una igualdad y el respeto a los derechos humanos de mujeres y minorías iba dirigido al presidente Donald Trump y a los congresistas republicanos, que controlan ambas cámaras.